La investigación de las denuncias en contra del sacerdote Felipe Berríos, por “hechos de connotación sexual”, llevó al Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano a instruir a la Compañía de Jesús un proceso administrativo penal en contra del sacerdote radicado en La Chimba de Antofagasta.
“La Compañía de Jesús informa a la comunidad ignaciana, colaboradores y opinión pública en general, que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha instruido al superior general de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa SJ, la realización de un proceso administrativo penal al jesuita Felipe Berríos a partir de la investigación previa canónica realizada por la abogada María Elena Santibáñez en 2022″, señaló la congregación en un comunicado dado a conocer este jueves.
En el texto acotan que Berríos “continúa siendo sacerdote de la Compañía de Jesús”, pese a que renunció a la congregación en noviembre del año pasado.
Asimismo, precisan que el sacerdote Dante Simón, vicario judicial de la Arquidiócesis de Córdoba, fue designado por el superior como su delegado para realizar este proceso canónico.
“Su tarea consistirá en evaluar las pruebas y argumentos recogidos en la investigación previa canónica, recabar eventuales nuevos antecedentes y recibir la defensa del acusado. Posteriormente, estos antecedentes deberán ser remitidos al superior general para su decisión, en conformidad con las normas canónicas vigentes”, explicaron.
“Este ha sido un tiempo doloroso, especialmente para los intervinientes del proceso. Esperamos que estos esfuerzos ayuden a alcanzar la verdad sobre los hechos y hacer justicia”, cierra el texto de la Compañía de Jesús.
En mayo del año pasado los jesuitas abrieron una investigación previa contra Felipe Berríos tras la denuncia por “hechos de connotación sexual” que recibieron en abril de 2022. La presunta víctima es una mujer que afirma haber sido abusada sexualmente por el sacerdote cuando ella era menor de edad y el popular religioso el guía espiritual de su familia. La abogada laica María Elena Santibáñez, a cargo de la indagatoria previa, catalogó como “verosímiles” esas denuncias.
Por otro lado, en octubre, por instrucción de la Fiscalía Metropolitana Sur, personal de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI llegó hasta las oficinas centrales de la Compañía de Jesús, ubicadas en pleno centro de la capital. El objetivo era allanar el recinto e incautar la investigación previa canónica que realizó la abogada por encargo de los propios jesuitas, en contra del sacerdote Berríos.
El Ministerio Público indaga el caso en el marco de una denuncia patrocinada por Fundación para la Confianza y la autodenuncia que el propio religioso presentó a fines de mayo del año pasado. “Quiero que se me investigue al igual que cualquier ciudadano de este país”, manifestó entonces el sacerdote en una declaración pública en la que señaló que buscaba que también se indagaran otras denuncias en su contra que fueron conocidas a través de medios de prensa, de dos mujeres que entregaron antecedentes a la Fundación para la Confianza.
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