El destacado escritor y diplomático chileno Jorge Edwards, una de las plumas más relevantes de la lengua española del siglo XX, falleció este viernes a los 91 años en Madrid, España, informan distintos medios chilenos y españoles.

En su extensa trayectoria, fue reconocido con el premio Nacional de Literatura, en 1994, y el premio Cervantes, en 1999.

Nacido en Santiago en 1939, estudió en el Colegio San Ignacio y luego en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y en el Instituto Pedagógico de la misma institución. Posteriormente, realizó un postgrado en la Universidad de Princeton.

Diplomático de carrera, ocupó diferentes puestos, entre 1957 y 1973, siendo primer secretario en París, consejero en Lima, encargado de Negocios en La Habana y ministro consejero en París. Tras el golpe de Estado en Chile, en 1973, se marchó a Barcelona, España, donde trabajó en distintas editoriales.

Una vez recuperada la democracia, fue embajador ante la Unesco, entre 1994 y 1997, siendo presidente del Comité de Convenciones y Recomendaciones, ocupado de los derechos humanos.

En tanto, en 2010, fue nombrado embajador de Chile en Francia por el entonces Presidente Sebastián Piñera. Ese mismo año obtuvo la ciudadanía española.

Primera crítica de un intelectual latinoamericano al régimen cubano

En el plano literario, pertenece a la llamada Generación de 1950. Fue autor de numerosos cuentos, novelas, ensayos y memorias, además de columnista en distintos diarios del mundo. Entre sus novelas destacan «El peso de la noche», «Los convidados de piedra», «El museo de cera», «El anfitrión», «El origen del mundo», «El Sueño de la Historia» y «El inútil de la familia».

Sus memorias «Persona non grata» (1973), la primera crítica de un intelectual latinoamericano al régimen cubano, es hoy un clásico en su género. En tanto, en la biografía «Adiós, Poeta», realizó un retrato personal de Pablo Neruda, quien era su amigo.

Tras «La muerte de Montaigne» (2011), publicó el primer tomo de sus memorias, «Los círculos morados» (2013).

Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas, y ha recibido las más prestigiosas distinciones, tanto por su carrera literaria como por su trayectoria diplomática, siempre comprometida con la democracia, la libertad y los derechos humanos.

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