El Banco Central publicó este lunes su Informe de Cuentas Nacionales correspondiente al cuarto trimestre de 2022.

De acuerdo a la entidad presidida por Rosanna Costa, durante el año pasado la actividad económica aumentó 2,4% respecto al ejercicio anterior -cifra tres décimas menor respecto del 2,7% anticipado por el mercado-, exhibiendo un desempeño decreciente durante el periodo. «Destacó el crecimiento de la demanda interna en el primer semestre, impulsada por el consumo, y su posterior ralentización en la segunda parte del año», plantea el documento.

Desde la perspectiva del origen, el texto indica que «el resultado fue liderado por los servicios, en particular los personales, empresariales y de transporte. En contraste, la producción de bienes exhibió una caída, siendo la minería y la industria manufacturera las de mayor incidencia en este resultado. En tanto, la actividad comercial también se redujo, consistente con la caída en el consumo de bienes».

En términos desestacionalizados, el ente rector plantea que «el PIB aumentó marginalmente en el último trimestre respecto al período anterior, incremento liderado por una aceleración en las actividades de minería y comercio, efecto compensado casi en su totalidad por una reducción en transporte».

Por otro lado, la demanda interna -al igual que el PIB- registró una evolución decreciente durante el 2022, acumulando para el periodo un crecimiento de 2,3%. «El consumo privado fue su principal impulsor, seguido por la formación bruta de capital fijo (FBCF) y el consumo de gobierno», deslizó el ente rector.

En ese sentido, menciona que el aumento del consumo de los hogares (2,9%) respondió a un mayor gasto en servicios, en línea con el levantamiento de las restricciones sanitarias. En cambio, el consumo en bienes durables y no durables se redujo, en respuesta a la normalización de la liquidez de los hogares respecto al año anterior.

En cuanto a la inversión, el instituto emisor indica que registró una disminución de 0,3%, resultado que se explicó «por una menor acumulación de existencias, la que alcanzó un ratio de 0,6% del PIB, a precios del año anterior. Por su parte, La FBCF creció 2,8%, impulsada tanto por el componente de construcción y otras obras, como por el de maquinaria y equipo».

En relación con el comercio exterior, tanto las exportaciones como importaciones de bienes y servicios aumentaron, con expansiones de 1,4 y 0,9%, respectivamente. En ambos casos, el resultado fue impulsado por el desempeño en los servicios, mientras que el intercambio comercial de bienes se redujo.

Acorde a cifras con ajuste estacional, la demanda interna exhibió una desaceleración durante todo el año 2022. En el último trimestre, destacaron por su incidencia la variación de existencias y el consumo de bienes no durables.

El ingreso nacional bruto disponible real creció 1,5%, aumento menor al observado en el PIB, explicado principalmente por un deterioro en los términos de intercambio.

El ahorro bruto total ascendió 25,4% del PIB en términos nominales, compuesto por un ahorro nacional de 16,4% del PIB y un ahorro externo de 9,0% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.

Revisión de cifras

De acuerdo con la política de publicación establecida por el Banco Central, se revisaron las cifras de cuentas nacionales correspondientes a los años 2020, 2021 y 2022.

Así, respecto a lo publicado previamente, en el año 2020 la contracción del PIB se revisó dos décimas a la baja registrando una caída de 6,1% y para el año 2021 el PIB se revisó una décima al alza, presentando un crecimiento de 11,7%.

Al comparar con las cifras preliminares publicadas en el Imacec, el crecimiento del PIB se revisó tres décimas a la baja, de 2,7 a 2,4%. «Esta revisión se explicó, principalmente, por la incorporación de información en el cuarto trimestre, que afectó la estimación de valor agregado de los servicios de transporte», indicó la entidad.

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