La última encuesta de expectativas económicas del Banco Central redujo su proyección de caída que espera para la economía chilena en 2023 pasando de -1,5% a -0,8%. Este fue el primer ajuste al alza después de experimentar sólo correcciones a la baja desde que se comenzó a proyectar el crecimiento de este año, en marzo de 2021.
Estas perspectivas van en línea con el análisis que hace Clapes UC en su informe de estimación de la probabilidad de recesión en febrero 2023, en la cual se refleja que la probabilidad promedio de los modelos estimados retrocedió a 56%, versus de 62% de enero.
De acuerdo al informe, lo que explica esta disminución de la probabilidad fue el aumento del índice mensual de confianza empresarial, el menor índice de incertidumbre económica y el mejor desempeño del Ipsa. Sin embargo, advierten que otros indicadores continúan sin mejoras, especialmente la actividad manufacturera en EE.UU. y el índice de volatilidad VIX.
Alberto Belmar, investigador de Clapes UC, puntualiza que “los factores más relevantes fueron el menor índice de incertidumbre económica y el aumento del índice mensual de confianza empresarial”.
Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, menciona que “ha sorprendido al alza la dinámica en el sector servicios, mientras minería ha comenzado a aportar positivamente”. Asimismo, afirma que “el comercio minorista mostró un fuerte ajuste en el segundo semestre 2022, lo que ha comenzado a dar muestras de moderación, pero de todas maneras dará cuenta de un retroceso en el año frente a una base de comparación exigente en 2022″.
En suma, Lehmann enfatiza que “detrás de esta mejor dinámica se reconoce un mejor sentimiento, frente a una incertidumbre y riesgos que se reducen marcadamente tras el rechazo en septiembre pasado a una propuesta constitucional disruptiva y altamente dañina para la economía y para el clima social”.
Belmar apunta que si bien “los resultados obtenidos muestran que la probabilidad de recesión ha disminuido durante los últimos meses, lo que se traduce en resultados favorables para la economía chilena, es importante destacar que estos resultados están sujetos a shocks externos que puedan ocurrir y que provoquen nuevamente que la probabilidad de recesión aumente, como por ejemplo, la preocupación actual que existe en torno a ciertos bancos internacionales y que puede llevar a fuertes volatilidades de los mercados financieros”.
Al igual que la encuesta de expectativas, los economistas mejoraron sus proyecciones. Belmar sostiene que “para este año proyectamos una caída de 0,5% del PIB, más favorable de lo que veíamos hace unos meses”.
Mientras que Lehmann tiene como escenario base un rango entre -1% y 0%. “No es descartable un crecimiento muy leve en el año, si es que el consenso y los acuerdos rápidamente marcan el camino de reformas, así como un proceso bien llevado y fluido en materia constitucional. Eso podría llevar a mejoras en la confianza y una dinámica más positiva para la demanda interna”, subraya.
No obstante, acota que “al mismo tiempo, se requiere de un escenario global más favorable, en el que los incrementos de volatilidad y tensión recientes se disipen, sumado a un mayor crecimiento de la actividad. Asignamos 25% de probabilidad de ocurrencia para este escenario”.
¿Cuál es la mejor forma para definir una recesión? De acuerdo con el análisis que hacen los economistas, si bien el concepto de recesión técnica establecido como dos trimestres consecutivos de caída de la actividad es ampliamente utilizado, desde el punto de vista económico Clapes UC sostiene que es más completo entender una recesión como un periodo de un año completo de declive de la actividad , considerando un conjunto amplio de variables como ingreso, confianza, precios de activos, empleo y comercio, por mencionar algunas.
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