Dos pistolas Glock modelo 17 de calibre 9×19 milímetros, además de dos cargadores con 30 balas cada uno. Esas son las armas que usó Abraham Lagos el pasado miércoles para herir a tres carabineros de la SIP en Los Quillayes de La Florida.
«Con eso pudo haber matado fácilmente a los tres. Tuvieron suerte que solo los hirió en los brazos», señalan fuentes policiales. De hecho, el fiscal Francisco Lanas señaló que se trató de «ráfagas de disparos, son de armas automáticas».
Un subfusil carabina marca Halcón, con doble gatillo, que también permite realizar disparos en ráfaga y alcanzar objetivos de hasta 100 metros de distancia. Eso incautó Carabineros el martes en La Pintana a tres sujetos que detuvieron en un automóvil robado.
Estos son los casos recientes y que dejan de manifiesto el alto poder de fuego que están utilizando los antisociales.
Ante esto, Carabineros, sumando todo el 2022 más lo que va de este 2023, ha incautado 4.394 armas de fuego a delincuentes. El desglose es 3.513 el año pasado y 881 en los poco más de tres meses del actual.
Preocupación por las adaptadas
«2.887 del total son armamento corto, que normalmente conocemos como pistola, revólver, armas de puño. Tenemos también 576 armamentos largos, de escopeta por ejemplo; y finalmente 931 adaptadas, modificadas o artesanales», detalla el teniente Daniel Medina, del departamento de Comunicaciones Sociales de Carabineros.
Sobre estas últimas armas, las adaptadas, el uniformado profundiza. «Estas preocupan mucho, porque se están elaborando en laboratorios clandestinos. Puede ser armas de fantasía o fogueo que las adaptan para el disparo y eso se está viendo mucho en comunas con alto índice de homicidios. En San Ramón hace poco se detuvo a una persona que se dedicaba a elaborarlas».
La mayoría de este tipo son «fabricadas» en Chile, no exportadas como las de un poder de fuego más alto y que han sido detectadas en Aduanas, incluso con elementos dentro de cajas de videojuegos traídos del extranjero.
En cuanto a las automáticas o subautomáticas, tienen la característica que se les pueden agregar distintos accesorios, como un tambor, y convertirlas en fusil, aumentando su poder de fuego. «Día a día los delincuentes buscan posicionarse por sobre sus pares, jactarse de tener mejores armas, lo que se vuelve peligroso», comenta Medina.
La respuesta de Carabineros
«Vamos a seguir combatiendo la delincuencia, porque la gente así lo necesita, así lo requiere, y esto es un llamado para decirles que aquellos que se atreven, hoy día van a enfrentar también el uso de las armas por parte de Carabineros».
Eso señaló el miércoles el general director de la institución, Ricardo Yáñez, tras visitar a los tres funcionarios baleados en La Florida.
Esta semana se aprobó la Ley Nain-Retamal, que entre sus puntos centrales protege la función de las policías y les entrega más atribuciones para hacer uso de sus armas.
Medina complementa con que «hoy en día Carabineros también está implementando armamentos que también tienen un alto poder de fuego y con el objetivo también de repeler cuando el delincuente quiera usarlas contra el personal policial. Por eso también se incorporan subametralladoras UZI, automáticas, entonces ya carabinero está con la con la herramienta para poder repeler a delincuentes».
Incluso un lápiz que dispara
En cuanto a las «novedades» en las armas, en Carabineros reiteran su alarma por la proliferación de las adaptadas, las artesanales. «Por ejemplo, cosas que uno no se podrían imaginar que se puedan transformar en armas, como un lápiz. Eso fue sorpresivo, quién podría pensar que un lápiz pueda disparar. Bueno, hay gente que sabe hacer eso», señala el uniformado.
También se han visto en delitos cometidos en el país armamento de guerra, fusiles, pistolas con grandes cargadores y tambores, con alta cantidad de munición.
De acuerdo a las cifras policiales, en la última década se ha visto un incremento de los delitos más violentos, sobre todo homicidios. Y en especial, destacan en los tres o cuatro años más recientes.
«Antes los homicidios eran por una riña, con cuchillos o palos. Ahora no, la gran mayoría son con armas de fuego», sentencia Medina.
/psg