Si el proceso constitucional anterior inclinó la balanza a la izquierda, generando muy poco consenso en el texto que se terminó rechazando, ahora los resultados mostraron una mayoría hacia la derecha lo que, si bien en el corto plazo puede ser leído como una buena noticia por los mercados, no necesariamente es así hacia el mediano plazo.
Esto, porque si la nueva propuesta de Constitución otra vez no genera un acuerdo amplio, se corre el riesgo de que se rechace por segunda ocasión y mantener este proceso abierto, manteniendo la incertidumbre que genera en la economía. Esa la primera lectura que hacen los economistas a la hora de analizar el resultado de la elección de los consejeros constitucionales.
“El proceso constitucional que sigue en marcha, con la elección de los consejeros constitucionales, debería permitir que la incertidumbre política-económica se aminore, toda vez que permite mantener una hoja de ruta que finalice un proceso muy largo a nivel político”, sostiene el economista senior del Observatorio del Contexto Económico (OCEC-UDP), Juan Ortiz.
Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, subraya que “el hecho de que haya un porcentaje mayoritario de consejeros del partido Republicano puede llevar a que no habrá muchos cambios, ya que este partido está postulando a que la actual Constitución es la que se debe mantener. Así, es probable que los temas refundacionales no estén en esta propuesta. Con ello, uno podría pensar que los mercados van a reaccionar positivamente en el corto plazo, pero en el mediano plazo nos puede llevar a que en diciembre tengamos una situación bastante extrema y tener otro Rechazo”.
Por su parte, el economista de Chile 21, Eugenio Rivera, afirma que “es probable que los mercados reaccionen en un primer momento con euforia por la alta votación del partido Republicano que se ha manifestado contra todo cambio”. No obstante, apunta que “el problema es que su alta votación expresa una alta polarización política y social, más aún cuando siguen latentes las demandas del estallido social, todo lo cual genera incertidumbre”.
Pese a esto, el economista enfatiza que “la actitud dialogante del Presidente y del gobierno, y la apertura al diálogo que han mostrado dirigentes de Chile Vamos, hacen posible que se genere un acuerdo de las fuerzas democráticas que genere la gobernabilidad que se requiere consolidar en Chile”.
La reestructuración de las reformas
Pero, más allá del corto plazo y la reacción que tengan los mercados durante la semana que comienza este lunes, los expertos centran su debate en el futuro de las reformas en curso, especialmente la de pensiones y la tributaria.
Si ya el avance de estos proyectos era complicado, incluido el rechazo en su idea de legislar que tuvo la reforma tributaria, y el nulo avance de la reforma de pensiones, ahora aseguran que el escenario para el gobierno es mucho más adverso. Si bien afirman que no cambia la conformación de fuerzas en el Congreso, el giro que tuvo esta elección a la derecha le complica el panorama al Ejecutivo, que deberá negociar, ceder y abrirse a mayores modificaciones si quiere que ambas iniciativas tengan viabilidad política.
“Su poder está muy disminuido, deberá replantear varios puntos y dejar atrás gustos ideológicos. No obstante, una buena muñeca política y vocación de diálogo podrían permitirle al Gobierno pequeños triunfos”, comenta Natalia Aránguiz, socia y gerente de Estudios de Aurea Group.
La economista argumenta que el avance de las reformas dependerá de la lectura del escenario que realice el gobierno. “Si el Presidente Boric empodera aún más al ministro Marcel y está dispuesto a entregar algunas banderas, podría lograr una mezcla de sus deseos y la reforma de pensiones propuesta por el Presidente Piñera. Este escenario también cuenta para la recién anunciada estrategia nacional del litio. Ahora bien, el panorama para una reforma tributaria es bastante más oscuro para el gobierno”, plantea.
Posición similar entrega el economista de Euroamerica, Felipe Alarcón, quien indica que “la pista se pone muy cuesta arriba para el gobierno. Creo que la oposición se va a endurecer y va a exigir cambios profundos a las reformas, por lo que el Ejecutivo, si quiere avanzar, tendrá que ceder bastante, porque queda con un poder aún más limitado que el que tenía previamente”.
Tomás Flores, economista de LyD afirma que con este resultado, que inclinó la balanza a la derecha, no se debe obviar que se debe lograr un acuerdo amplio para que el nuevo texto sea validado por una amplia mayoría. “Espero que la experiencia del proceso anterior sirva de antecedente para acercar las posiciones, sin perder de vista que los chilenos desean mantener su libertad para elegir en todos los ámbitos de las políticas públicas”.
Para Flores “este resultado le sirve al gobierno para calibrar sus reformas al escenario actual. De no hacerlo, es probable que la ley de 40 horas sea la última reforma que fue aprobada con acuerdo de la oposición”.
Para Rojas, el nuevo escenario es más complejo y eso lo deben tener claro. “El gobierno se enfrenta a una oposición que tendrá más fuerza de la que tenía y frente a eso es bastante probable que la negociación que se estaba dando hoy día cambie aún más. El Ejecutivo no puede pensar que este resultado es neutro. Es probable que las reformas deberán ser reordenadas en la manera en que se estaba discutiendo, para poder avanzar de manera más rápida. Este resultado obliga al gobierno a repensar su estrategia de reformas, asumiendo que al frente tiene una fuerza política que salió fortalecida”, concluye.
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