Fue el viernes 26 de mayo que las alertas se encendieron en el Ejército, cuando los equipos informáticos comenzaron a detectar que sus redes internas estaban siendo afectadas por un ataque por “ransomware”. Y la primera orden fue: prohibición de encender computadores o conectarse a Internet.
Junto con ello, la Fiscalía Militar activó de inmediato las indagaciones correspondientes y emanó orden de investigar a la Brigada Investigadora del Cibercrimen Metropolitano de la PDI.
De esta forma y como pudo constatar La Tercera PM, la unidad antes señalada logró la detención de un cabo por su presunta participación en los hechos. Además, según fuentes del caso, se le incautaron una serie de dispositivos electrónicos que ahora están siendo periciados por los detectives.
Así, tras ser procesado e inculpado por el delito de infracción a la ley de delitos informáticos, el sujeto quedó en prisión preventiva.
Consultados respecto de las diligencias desde el Ejército indicaron: “Se continúa desarrollando la auditoría a la red de transmisión de datos por parte de los organismos de ciberseguridad institucionales y controlando la certificación de la puesta en marcha de la red en forma segura”.
Asimismo, hicieron presente que las medidas de mitigación adoptadas “ralentizarán los tiempos en los diversos procesos de funcionamiento administrativo de la institución”. Remarcaron, de todas maneras, que todos los antecedentes fueron puestos a disposición de la Primera Fiscalía Militar y que se iniciaron las investigaciones administrativas correspondientes.
Los efectos del ataque
Conocidos públicamente los hechos, desde el Ejército habían indicado que la vulneración en la red de transmisión de datos institucional fue detectada por los sistemas de ciberseguridad dispuestos, y que se estaba intentando frenar con contrataques informáticos para resguardar los sistemas.
En los mismos términos, desde la institución castrense explicaron que detectada la amenaza, se entregaron los antecedentes al Equipo de Respuesta ante Incidentes de Seguridad Informática (CSIRT) del Estado Mayor Conjunto y, posteriormente, al Ministerio de Defensa Nacional.
“Los sistemas críticos de información no habrían sido afectados a la fecha, no obstante se continúa evaluando sus eventuales alcances”, remarcaron.
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