El mercado laboral es una de las variables que los expertos monitorean de manera permanente, por el impacto que genera en las personas. Actualmente, distintas mediciones y registros dan cuenta de su deterioro, acorde al momento de ajuste que vive la economía nacional.
Uno de ellos es el informe mensual que publica la Dirección del Trabajo (DT) sobre las cartas de aviso de despido por necesidad de la empresa. Este indicador, para los expertos, está directamente relacionado con la situación de la actividad económica.
Así, en abril, según los registros de la DT, los despidos por necesidad de la empresa totalizaron 36.676, lo que se traduce en un alza de 15,3% anual. Ahora, si se analiza el período enero-abril, este acumula 151.795 despidos por necesidad de la empresa, lo significa un aumento de 20,7% en comparación al mismo período del año pasado, cuando se registraron 125.803 de ese tipo de desvinculaciones.
Para tener una referencia, esta alza en los despidos va en línea con el aumento de los cesantes que muestra la encuesta de empleo del INE: en abril subieron 18,3%, y en marzo 20,3%.
De acuerdo al Código del Trabajo, el despido por la causal de necesidades de la empresa parte de la premisa que el término del contrato debe estar asociado, por regla general, a una causa que no sea la sola voluntad unilateral y discrecional del empleador, por cuanto debe fundarse en hechos objetivos que hagan inevitable la separación de uno o más trabajadores.
En ese sentido, para facilitar la aplicación de esta causal, ha señalado a modo de ejemplo algunas situaciones que pueden invocarse como constitutivas de ella, siendo éstas la racionalización o modernización de la empresa, establecimiento o servicio; las bajas en la productividad, y los cambios en las condiciones del mercado o de la economía.
“No hay duda de que el mercado laboral está muy frágil. Hay varios indicadores de ello”, dice el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Diego Portales, Mauricio Tejada.
Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, agrega argumentos: “Estos datos reconocen la marcada debilidad del mercado laboral, en línea con el ajuste que ha debido experimentar la economía para recuperar los equilibrios macro. El INE hace ya un buen rato nos está advirtiendo de destrucción de empleo en el sector asalariado, lo que es confirmado por las cifras dadas a conocer por la Dirección del Trabajo”.
¿A qué se refieren? Primero, a que el Producto Interno Bruto (PIB) entre enero y mayo acumula una caída de 0,7%. Además, los datos de empleo del trimestre móvil febrero-abril no fueron auspiciosos, ya que el INE informó que se trató de los más bajos desde abril de 2021, cuando aún el país sufría los efectos de la pandemia. Los puestos de trabajo aumentaron 1,9% en relación a abril de 2022, totalizando 9 millones de personas. En un año se crearon 171.251 nuevas plazas laborales, cifra menor a la registrada en el trimestre anterior, cuando se superaron los 200 mil empleos. Además, es el menor porcentaje de aumento interanual desde abril de 2021 y profundiza la desaceleración que exhibe el mundo del trabajo.
Otro dato que avala esta tendencia es el índice de Avisos Laborales en Internet que mide mensualmente el Banco Central, el que llegó en mayo a 87,27 puntos (en un índice de base 100 en 2015), anotando un alza de 2,4%, la ,menor en doce meses desde octubre de 2020.
Tejada añade que “el crecimiento del empleo ha ido cayendo de forma sistemática desde principio de 2023 y detrás de esto esta el debilitamiento del empleo formal. De hecho, en el margen el empleo informal ha ganado impulso”.
También el economista menciona que la tasa de destrucción de empleo ya desde octubre de 2022 viene superando a la tasa de creación de empleo. “Esto ha llevado a que en términos netos se estén perdiendo empleos formales. Las cifras de despidos sólo vienen a reforzar lo anterior, la tasa de destrucción de empleo está todavía al alza”, asevera Tejada.
Perspectivas
Las perspectivas apuntan a que los próximos meses se mantendrá el deterioro del mercado laboral, aunque los expertos muestran matices.
Para Tejada, la tasa de desempleo y el empleo informal debieran seguir aumentando, en línea con una actividad económica débil. “Según espera el Banco Central este año las perspectivas no son las mejores y la recuperación debiera observarse el próximo año. Por ello, es de esperar que el mercado laboral siga en una senda de fragilidad en 2023″, sostiene.
Mientras que Lehmann espera “deterioros adicionales” para comenzar a dar cuenta de alguna recuperación hacia el último trimestre de este año y ya con mejoras claras hacia 2024. “Ese escenario está condicionado, de todas formas, a una política monetaria que iniciará un proceso de rebajas en la tasa de referencia a partir de julio próximo”, apunta.
Otra mirada entrega Ramón Rodríguez, gerente general de Trabajando.com, quien subraya que “hemos visto que la caída de oferta se ha ido aminorando, es decir, registramos un menor porcentaje de caída que meses anteriores. Incluso, en algunos rubros vemos que podría existir una recuperación de vacantes de empleo que hacen que el número de oferta hoy sea un 4,8% superior a la primera semana de mayo, donde fue el punto más bajo de este año en lo que respecta a oferta laboral”.
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