Sólo 22 minutos alcanzaron a estar frente a frente la fiscal Ximena Chong y el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, el pasado 27 de marzo. La persecutora investiga la responsabilidad de mando de quienes estuvieron a cargo de los procedimientos en que se registraron personas lesionadas durante el estallido social, por lo que la declaración de quien fue el jefe de la Dirección de Orden y Seguridad entre 2019 y 2020 es clave.
Ese día, la fiscal llegó hasta el despacho del general director, quien ya había sido requerido en dos ocasiones anteriores para declarar en calidad de imputado, sin embargo, logró dilatar la diligencia. Chong, cuentan conocedores de las pesquisas, tampoco estaba tan optimista para ese día y lo confirmó de inmediato: “Haré uso de mi derecho legal a guardar silencio”, le dijo Yáñez.
Los argumentos del general fueron dos: “He prestado, con anterioridad, el día 07 de abril de 2021, declaración en una investigación paralela en calidad de imputado ante la Fiscal Regional de Valparaíso, doña Claudia Perivancich, declaración que está incorporada en esta investigación; y 2) he prestado además declaración en calidad de testigo en investigaciones llevadas por usted relacionadas a hechos similares. Por lo anterior, y escuchando el consejo de mis abogados, quienes me han indicado hacer uso del derecho ya indicado, es que por ahora no prestaré declaración”, le dijo.
Cinco meses después, la fiscal volvió a la carga y citó al general Yáñez por cuarta vez a declarar en calidad de imputado. Chong requirió su testimonio, esta vez, en dependencias del Ministerio Público.
Quienes conocen la indagatoria señalan que esta diligencia es clave para el Ministerio Público, que busca cerrar flancos respecto del rol que tuvo Yáñez como jefe de Orden y Seguridad, un puesto en el que se supervisan las labores operativas y se entregan directrices -a través de otros mandos- para abordar lo que ocurre en las calles.
En ese sentido, esta nueva solicitud para declarar también responde a la maratónica declaración que prestó el exgeneral director de Carabineros Mario Rozas ante la fiscal Chong.
El general (R) declaró entre el 24 y el 31 de abril ante Chong, donde expuso que no tenía conocimiento cabal de cómo se entregaban las directrices para operar durante los días del estallido social, sino que sólo conocía los reportes que les hacía llegar el general Yáñez -quien era el tercero en la línea de mando- y otros oficiales.
“Por delegación de mando, lo ve estratégicamente el Dioscar (Ricardo Yáñez) que, a su vez, por delegación de mando recae esta labor en jefes de zona, prefectos y comisarios, hasta llegar a la unidad base, que es el retén en Carabineros”, expuso ante la fiscal Chong. Antes de este testimonio, la fiscal viene buscando la declaración de Yáñez, al menos, desde septiembre del 2022.
Custodiar los correos
Para saber qué es lo que realmente supo el general Yáñez respecto de los lesionados y por qué no se tomaron líneas de acción para evitar estas situaciones, es que Chong ha solicitado otra vez la concurrencia del jefe policial.
Además, pidió a Carabineros resguardar con copia los correos electrónicos, tanto del general director actual como su antecesor, Mario Rozas, entre el 18 de octubre y marzo del 2020.
“Una vez realizado el resguardo, agradeceré nos informen el nombre del personal a cargo de ejecutar la tarea, y cada cuenta de correo, su dirección, y el peso total de los datos respaldados”, pidió en un oficio enviado a la subdirección de la institución. Además, en ese mismo oficio solicitó el detalle de las reuniones sostenidas con las autoridades de gobierno.
La duda de quienes conocen la causa, ahora, es saber si el general Yáñez concurrirá o no a declarar a la Fiscalía para responder las interrogantes que rondan en torno a su vinculación al caso. En su círculo cercano aún no conocen si su equipo de abogados aceptará o no declarar. Consultado su defensor, Jorge Martínez, hasta el cierre de esta edición no emitía una respuesta.
Estos días no son fáciles en la policía uniformada: en el horizonte están trabajando en el plan de seguridad para el 11 de septiembre y luego los Panamericanos, en octubre. También, durante esas semanas se conocerá quiénes son los generales que salen de la institución, donde Yáñez entrará en conversaciones directas con La Moneda para diseñar el próximo alto mando.
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