Por primera vez en 15 años, la Academia Internacional de Astronáutica (IAA) ha presentado el borrador de una versión actualizada del protocolo que debe seguirse en caso de detectar una señal proveniente de una civilización extraterrestre. Esta iniciativa forma parte del programa SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) y marca la mayor revisión en los 36 años de existencia de estos lineamientos.
Una nueva era para la Declaración de Principios
La IAA elaboró por primera vez la Declaración de Principios en 1989, con el objetivo de guiar la respuesta global ante una señal confirmada de origen alienígena. La última modificación se realizó en 2010, aunque consistió en ajustes menores y simplificaciones del texto original.
Sin embargo, según informó el medio especializado Phys.org, la nueva versión es “significativamente diferente en varios aspectos importantes”, ya que busca reflejar la creciente complejidad de abordar temas sensibles en el mundo actual.
Protección de los científicos y cautela diplomática
Uno de los cambios más relevantes del nuevo protocolo es su énfasis en la protección de los investigadores que hagan públicos los descubrimientos. El texto reconoce que quienes anuncien señales de vida inteligente podrían estar expuestos a acoso en línea u otras amenazas más graves, y promueve medidas para su resguardo.
Además, introduce una posición más cautelosa respecto a la posibilidad de enviar una respuesta a una señal directa. A diferencia de versiones anteriores que consideraban positivo emitir una contestación, esta actualización establece que no debe enviarse ninguna respuesta inmediata, sino que el tema debe debatirse previamente en la ONU u organismos internacionales de representación amplia.
Puntos clave del nuevo protocolo
El borrador detalla una serie de pasos y principios fundamentales que deben seguirse ante la posible detección de una señal de inteligencia extraterrestre:
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Verificación rigurosa: El descubridor debe hacer todo lo posible por autenticar la señal, colaborando con otros investigadores y utilizando los recursos disponibles.
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Manejo de la información: Toda información debe tratarse “con extremo cuidado”, reconociendo que los primeros hallazgos podrían ser ambiguos o incompletos.
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Libertad de expresión científica: Los profesionales del SETI deben tener la libertad de informar sobre sus actividades y hallazgos en espacios públicos y académicos. También deben responder a la prensa de forma “rápida, precisa y honesta”.
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Comunicación oficial: En caso de confirmarse un contacto, los descubridores y/o sus instituciones deberán informar de manera “rápida, completa y abierta” a la opinión pública, la comunidad científica y al Secretario General de la ONU.
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Almacenamiento seguro de datos: Toda la información relacionada con el descubrimiento deberá archivarse en al menos dos ubicaciones geográficas distintas, en formatos accesibles para su replicación y estudio posterior.
Consultas internacionales antes de responder
El documento insiste en que no se debe enviar ninguna respuesta automática a una señal extraterrestre. En su lugar, se deberán iniciar consultas internacionales formales, especialmente a través de la ONU, para decidir si se responde y qué contenido tendría esa eventual respuesta.
“Mientras se resuelven dichas consultas, no debe enviarse ninguna respuesta”, subraya el borrador.
A la espera de su aprobación oficial
El texto final de esta nueva versión será sometido a votación por mayoría simple. Si es aprobado, deberá ser ratificado por el Consejo de la IAA, lo que permitirá que el mundo cuente con un plan actualizado y detallado en caso de que, en algún momento, la humanidad reciba una señal desde otro mundo.
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