El cometa 12P/Pons-Brooks tiene un diámetro de aproximadamente 30 kilómetros; tan grande como una ciudad o como tres veces el monte Everest, la montaña mas alta de la superficie de la Tierra. El cometa experimentó una rara erupción volcánica, y ahora se dirige a toda velocidad hacia la Tierra, informan los científicos.
¿Hay que preocuparse?
No, no hay motivo de alarma. No hay riesgo de colisión, pero sí pasará ‘tan cerca’ de la Tierra que podremos verlo en el cielo a simple vista cuando pase por el punto más cercano a nosotros; algo que ocurrirá el 21 de abril de 2024.
Se trata de un cometa criovolcánico o volcán frío de tipo Halle que gira alrededor del Sol cada 71,3 años. Tiene un núcleo sólido y está lleno de una mezcla de hielo, polvo y gas conocida como criomagma. Además, el núcleo está rodeado por una nube difusa de gas llamada coma, que se escapa del interior del cometa, que expulsa sus heladas entrañas al espacio a través de grandes grietas en la capa del núcleo. Casi como si se tratara de una lata de refresco, cuando el Sol calienta el cometa, la presión dentro del criomagma aumenta hasta que provoca la explosión de nitrógeno y monóxido de carbono, liberando fragmentos helados a través de fisuras expansivas en la capa exterior del cometa. A diferencia del volcán terrestre de la Tierra, el magma arrojado por los cometas criovolcánicos no es un magma real de rocas fundidas. En cambio, es una mezcla de gases e hidrocarburos líquidos.
Descubrimiento
Fue descubierto por primera vez por Jean-Louis Pons el 12 de julio de 1812 y luego redescubierto de forma independiente por William Robert Brooks en 1883, de ahí su nombre compuesto. Cuando regrese a la Tierra en 2024, se espera que alcance su brillo máximo potencialmente visible a simple vista el 21 de abril. Como se prevé que alcance magnitud +4, también podría ser visible a simple vista en mayo y junio de 2024.
Después de acercarse a nosotros, la roca espacial será arrojada de regreso al sistema solar exterior, tal y como le pasó al reciente cometa Nishimura, y no regresará hasta el año 2095.
Como curiosidad, el cometa es apodado ‘diablo’ debido a que estos restos helados provocan, en las imágenes que hemos obtenido hasta ahora, que veamos una especie de cuernos, dándole ese ‘halo demoníaco’ que ha sugerido el sobrenombre. Estos cuernos no son sino su coma expandida, según la Asociación Astronómica Británica (BAA), que ha estado monitoreando de cerca el cometa (aunque otros dirán que se parece al Halcón Milenario de Star Wars). Sea como fuere, a medida que el gas continúa expandiéndose alejándose del cometa, la irregularidad en la forma de la coma se volverá más definida y perceptible.
No ha sido la primera de sus erupciones y tampoco será la última. A medida que 12P continúa avanzando hacia el sol, existe una alta probabilidad de que seamos testigos de varias y sonadas erupciones más.
Una imagen del telescopio del patio trasero del cometa 12P/Pons-Brooks el 24 de julio de 2023. Crédito: David Strange de Salcombe Regis, East Devon, Reino Unido pic.twitter.com/Y0CSCc5gE0
— LUIS MORENO GOMEZ (@beta7050) July 25, 2023
Los cometas son cuerpos celestes que orbitan alrededor del Sol como los asteroides, pero están formados por un núcleo sólido lleno de una mezcla de gas congelado, polvo e hielo. La bola de nieve cósmica también está rodeada por una nube de gas conocida como coma que forma la «cola» del cometa.
Actualmente, el cometa Pons-Brooks se encuentra dentro de la constelación de Hércules -la quinta constelación más grande de nuestro cielo-. Para localizarlo, los observadores deben mirar en dirección este-noreste, aproximadamente a 36 grados sobre el horizonte.
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