El encuentro contra Paraguay deja a Berizzo en una posición difícil. De hecho, en el Estadio Monumental el público asistente pidió su salida. “Berizzo ya se va”, fue parte de los cánticos que se escucharon en el recinto deportivo.
Así como van las cosas, parece que solo queda esperar que en el encuentro contra Ecuador ocurra un milagro. Y también rezar, para que no ocurra una tragedia como en Venezuela, cuando La Roja cayó ante 0-3.
Y el partido que se jugará en Quito, capital de Ecuador, será la prueba de fuego de Berizzo. Perder ese encuentro no tendría palabras. Como sea, solo queda ser positivos y esperar que los últimos seamos los primeros. Al menos, hay que mantener la fe en La Roja.