En octubre del 2023 se ingresaron un total de 23 proyectos inmobiliarios nuevos en el país, según los datos de Iconstruye, un aumento de 21% en relación a septiembre. Este nivel se posiciona por sobre el promedio de obras del 2022 en un 8%. Sin embargo, se mantiene lejos respecto al número de obras promedio previo a la pandemia que alcanzan 60, con una brecha de 65%.
Respecto a estas cifras, la gerenta comercial de Iconstruye, Isabel Pinochet, apunta a la importancia de actuar con agilidad en un sector que se mantiene en crisis. “El incremento en el ingreso de nuevos proyectos es un paso en la dirección correcta, pero debemos reconocer que enfrentamos desafíos persistentes, como obstáculos para la concesión de financiamiento y dificultades para obtener permisos. Es crucial actuar ahora para impulsar una recuperación sólida”, expresó.
El ingreso de obras se concentraron en la Región Metropolitana sumando un total de 11 proyectos, pero también se localizaron en menor cantidad en las regiones de Atacama, Coquimbo, Maule, Ñuble, Biobío y Los Lagos. Un 39% corresponde a construcciones de infraestructura, un 35% a departamentos, un 22% a casas y sólo un 4% a proyectos comerciales.
El informe de la empresa, que gestiona el abastecimiento de más de 1.300 empresas en el país, también precisa los montos promedio transados por obras del periodo, en el que se ha observado un estancamiento, sin variaciones significativas desde marzo del presente año. Específicamente en octubre la variación fue de 0%, situándose en un promedio de $2.234.184 de inversión.
Esto es un 4% inferior al promedio del periodo 2022. Sin embargo, está muy por sobre a los niveles anteriores a la emergencia sanitaria, donde el promedio transado por obra era de $1.692.486. La gerenta precisó que “la paralización de la inversión inmobiliaria privada, combinada con un sobre stock de viviendas de más de cuatro años, ha llevado a la industria a un punto de inflexión”, manifestó.
“Este estancamiento se agrava con las condiciones financieras desfavorables, lo que dificulta que las familias adquieran viviendas. La acumulación de inventario y la desaceleración en la generación de nuevos proyectos deben abordarse con la máxima urgencia”, agregó Pinochet.
Las órdenes de compra, por su parte, se elevaron en un 13% en comparación al mes anterior, pero mantienen un brecha de 3% bajo el promedio del 2022. Durante octubre se contabilizó un total de 49 órdenes de compra, mientras que en 2019 el promedio fue de 61.
En cuanto al monto total transado por obra, si bien se generó un 21% más en comparación a septiembre, este nivel se mantiene un 5% por debajo del promedio del 2022. Así se contabilizó un total de $116.093.094 versus los $122.639.037 del 2022 y los $128.763.477 del 2019.
El informe detalla que la zona norte y la Región Metropolitana empujan los resultados generales por debajo del promedio del año pasado, situándose bajo la línea en un 14% y 5% respectivamente. Mientras la zona norte del país suma $14 millones por obra, la capital $61,7 millones, equivalentes a un 14% y 17% cada una que en septiembre.
La zona sur, por el lado contrario, contrarrestó el escenario, con un desempeño por sobre el 2022 en un 15%, sumando un total de $24,2 millones por obra durante el 2023, versus los $21 millones del 2022. Eso significó un alza de 46% en relación al mes anterior.
La zona centro en general se posiciona sobre el promedio de 2022 en un 5%, sumando un total por obra de $16,1 millones, versus los $15,3 del año pasado. Además, representa un aumento de 11% en relación al mes anterior.
Por otro lado, los datos de la empresa evidencian que, entre las firmas con las que trabajan, se cerró el décimo mes del año con 946 proyectos que se encontraban en obras, 16 menos que en septiembre. Más en detalle, se observó que el 53% del total se encuentra en etapas finales de construcción y sólo un 4% en fundaciones.
“Esto refleja un ritmo desafiante, ya que la cantidad de obras que se inician es considerablemente más lenta que las que se completan”, señalan desde Iconstruye.
Así, la gerenta hizo un llamado a actuar con urgencia ante la “necesidad de generar nuevos proyectos para revitalizar y fortalecer el panorama actual de la industria de la construcción no puede ser subestimada. Se requieren medidas concretas y cambios en las políticas financieras para incentivar la inversión y superar los desafíos que mantienen esta desestabilización en el sector”.
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