A pesar de cierta incertidumbre que rondaba el plebiscito constitucional del pasado 17 de diciembre, el triunfo de la opción En contra no parece haber cambiado en gran medida la percepción de los inversionistas respecto del futuro de Chile.
La opción En contra logró el 55,74% de los 12.334.446 de votos, mientras que el A Favor obtuvo un 44,26%, rechazando con esto una segunda propuesta de constitución para reformar la que actualmente rige al país, y que fue elaborada en general con votos de partidos de derecha y centro derecha.
En ese contexto, los indicadores financieros de riesgo país, entre el día previo a la elección y este martes, prácticamente no se movieron. Uno de estos indicadores es el EMBI, que está calculado por JP Morgan y muestra la diferencia de tasa de interés que pagan los bonos denominados en dólares, emitidos por países subdesarrollados, y los papeles del Tesoro de Estados Unidos, que se consideran libres de riesgo.
En términos diarios, el indicador – que publica el Banco Central-, arroja un índice 132 puntos para Chile, prácticamente similar a los 135 puntos que marcaba el 15 de viernes. En la semana previa el índice promedió 136 puntos, mientras que en la semana posterior llegó a 133,6 puntos.
En lo que va de diciembre, el EMBI Chile cae 1,5%, y continúa alejándose del máximo de 165 puntos que registró el 6 de febrero de este año, pero aún está a distancia del mínimo de 117 del pasado 27 de julio.
Además, es el más bajo de la región: América Latina marca en conjunto 382 puntos, en tanto Brasil anota 197,3, Colombia un 278, Perú un 159 y México 431 puntos.
¿Por qué el indicador prácticamente no se movió tras el plebiscito? Según Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, si bien “es cierto que en el plebiscito no se jugaban cuestiones fundamentales para la economía”, tampoco “hay que perder de vista que la tendencia a la baja en las tasas de interés en EEUU favorece una baja en premios por riesgo, ante los menores costos de financiamiento que asociado a este fenómeno se reconocerían en lo próximo”.
El EMBI “reconoce condiciones crediticias más favorables por un mejor escenario global”, agrega.
En esa línea, Manuel Bengolea, socio de Octogone, sostiene que las elecciones del pasado 17 si importaban para el futuro del país, pero “el resultado no ha cambiado las perspectivas para Chile”. Sin embargo, el actual nivel del EMBI reconoce que “la baja de tasas (en EEUU) siempre ha sido favorable para los commodities, que tienden a subir y por tanto se aprecian las monedas emergentes”.
Sin embargo, Alejandro Fernández, socio de la consultora Gemines, tiene una interpretación distinta, y considera que “lo que mide el EMBI y otros indicadores de riesgo, es la probabilidad de que el país no pague sus compromisos externos. En el plebiscito del 17/12 no se jugó nada en esa dirección, ya que se trataba de evaluar un proyecto que no iba a cambiar mucho las cosas que afectan al riesgo país a corto plazo, aunque se podría argumentar que puede haber implicancias para el riesgo país a futuro si el tema constitucional se sigue utilizando como elemento de campaña y, eventualmente, esto tiene un efecto negativo en la inversión y el crecimiento”.
CDS también
Otra forma de medir el riesgo país son los Credit Default Swap de Chile (CDS) a cinco años, un seguro que en su precio reconoce la probabilidad de impago de una economía. Así, el CDS de Chile a 5 años para este martes llegó a 51,336 puntos, por debajo de los 52,635 que marcaba el día 15 de diciembre. En promedio, la semana siguiente a la elección el índice llegó a 52,138, por debajo de los 54,293 de la semana anterior. En lo que va de diciembre cae 7,8%.
Adicionalmente, Chile se ubica como el país con menor riesgo en la región. De esta forma, es seguido por Uruguay con 68,115 puntos, Perú con 71,082, México con 90,940, Brasil con 133,802, Colombia con 159,303, y Panamá con 165,647 puntos.
Para Klaus Kaempfe, director de portfolio solutions en Credicorp Capital Asset Management, “Chile si bien aún no resuelve sus problemas de crecimiento estructural, sí ha logrado recuperar la confianza del mercado y volvemos a tener el CDS más bajo de la región. Esto permite que la deuda que tenemos no aumente de precio hacia adelante, pero es clave no aumentar la deuda para que esto continúe así. Nos ayuda también un contexto internacional más benigno en términos de tasas en general y hacia los emergentes”.
No obstante, los actuales indicadores de riesgo país no han logrado volver a los niveles previos al estallido social. El mismo CDS de Chile está lejos aún de volver al promedio de 35,769 que se registró entre el último día de septiembre y el 18 de octubre de ese año, en los días previos al estallido social; aunque también se alejó de los 177 puntos que anotó el 14 de octubre del año pasado.
Y lo mismo ocurre con el EMBI. Si bien en términos mensuales ha mostrado un fuerte descenso desde los 306 puntos que llegó a marcar en abril de 2020, ubicándose para noviembre de este año en 148,24, también se encuentra lejos del nivel de 110,35, el mínimo que registró en enero de 2018.
Según Kaempfe, “no hemos vuelto a los niveles previos a la pandemia debido a la mayor incertidumbre en el futuro del país y a que la búsqueda de tasas en el mundo se ha reducido”.
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