“Esta niña cayó por culpa de la mafia que hay acá adentro, en la población”, fue el dramático relato que Josefina, una mujer de 70 años, y que toda su vida ha residido en La Victoria, dio esta semana para intentar explicar la muerte de Mayra Castillo, una menor de 13 años que cayó abatida -junto a otros dos ciudadanos colombianos- en medio de una balacera que se dio el pasado viernes entre dos bandas delictuales del sector.
La muerte de la menor fue el último episodio de violencia registrado en la histórica población enclavada en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, que encendió las alertas en el Gobierno debido al considerable aumento de crímenes por armas de fuego registrado en el país durante el año pasado, y que se ha mantenido en el inicio de 2024.
Resignación por un nuevo asesinato en La Victoria
“De alto riesgo es lo que pasó, que vinieron a matar. Esto fue lo último de lo último”, puntualizó Josefina a lun.com, quien en medio del cortejo fúnebre de la menor realizado por las calles de La Victoria, insistió en sus quejas ante la evidente vulnerabilidad del sector a los crímenes violentos.
“Esto es culpa de las mafias, la niña y la familia no tienen nada que ver. Mi mamá (una de las fundadoras de La Victoria) se juntaba con la abuela de esta niña, la conoce, yo nunca la vi, pero sé la historia de ella, es gente tranquila”, explica.
“Esta historia es como de película, digo yo, de dos muchachos que se criaron juntos acá y que cometieron cosas delictuales, se pelearon y eso armó dos bandos, que son los del ‘Guatón Christian’ y los del ‘Joselo’, que son los nombres de los capos, que están presos. Son chilenos y mandan desde la cárcel”, contó.
“¿Por qué mandan? Porque pueden recibir celulares, les tiran cosas envueltas en pelotas (…) el sistema está mal. Después de esto, nos meten a todos en el mismo saco. Acá hay gente buena, a mitad de cuadra vive una doctora, yo tengo dos hijos profesionales, más allá hay un chico detective, pero igual pasan estas cosas”, explica Josefina, ya decepcionada de la impunidad y falta de acompañamiento de la autoridad pública que padecen a diario en la histórica población.
“No creo que vaya a haber justicia con la niña, eso va a quedar ahí, una muerte más y punto, porque no somos importantes”, finalizó.
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