Las personas a menudo se sienten más alertas e inteligentes después de un gran entrenamiento, y la dopamina podría ser la razón.
Un pequeño estudio reciente realizado por investigadores británicos y japoneses encontró que los hombres liberaban niveles más altos del neurotransmisor cerebral que “se siente bien” durante el ejercicio.
A su vez, eso pareció vincularse con un mejor rendimiento en las pruebas de pensamiento, dijeron los investigadores.
“Estos últimos hallazgos respaldan nuestra teoría anterior de que el rendimiento cognitivo durante el ejercicio se ve afectado por los cambios en las hormonas reguladoras del cerebro, incluida la dopamina”, señaló el coautor del estudio, el doctor Joe Costello, de la Escuela de Ciencias del Deporte, la Salud y el Ejercicio de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra. Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista The Journal of Physiology.
En el estudio, el equipo de Costello y sus colegas hizo que 52 hombres participaran en tres experimentos separados. A todos se les monitorizó la actividad cerebral con sofisticadas imágenes PET durante los experimentos. En un ensayo, se pidió a los hombres que trabajaran en tareas mentalmente desafiantes mientras andaban en bicicleta acostados.
El segundo experimento hizo que los hombres completaran las mismas tareas, pero esta vez recibieron “estimulación muscular eléctrica”, en lugar de un entrenamiento.
El tercer experimento los hizo completar tareas mentales mientras hacían ejercicio y recibían la estimulación muscular eléctrica.
Basándose en los datos de las tomografías por emisión de positrones, el grupo de Costello encontró un aumento en la liberación de dopamina en el cerebro mientras los hombres hacían ejercicio activamente, lo que se conoce como ejercicio “voluntario”.
Ese aumento en la dopamina se relacionó con mejoras en la realización de las tareas mentales. No se observó tal efecto cuando los músculos simplemente se estimularon eléctricamente, lo que se conoce como ejercicio “involuntario”.
“Queríamos eliminar el movimiento muscular voluntario durante parte del estudio, para ver si el proceso en el que el ejercicio agudo mejora el rendimiento cognitivo está presente durante el ejercicio fabricado”, explicó en un comunicado de prensa de la Universidad de Portsmouth el autor principal del estudio, Soichi Ando.
“Nuestros resultados indican que el ejercicio tiene que ser a partir de las señales centrales del cerebro, y no solo del músculo en sí”, dijo Ando, profesor asociado en el Laboratorio de Ciencias de la Salud y el Deporte de la Universidad de Electrocomunicaciones, en Japón.
“Esto sugiere que cuando le decimos a nuestro comando central que mueva nuestro cuerpo durante un entrenamiento, ese es el proceso que ayuda a la liberación de dopamina en el cerebro”, agregó Ando.
Costello enfatizó que la liberación de dopamina probablemente no sea el único factor que hace que el ejercicio sea tan bueno para mantenerse alerta. ”También podría haber una serie de otros factores psicofisiológicos, como el flujo sanguíneo cerebral, la excitación y la motivación, que juegan un papel”, dijo.
La conclusión, según Costello: “Estos hallazgos respaldan la creciente evidencia de que la prescripción de ejercicio es una terapia viable para una serie de afecciones de salud a lo largo de la vida”.
Más información sobre los beneficios del ejercicio para el cerebro en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
FUENTE: Universidad de Portsmouth
*Ernie Mundell -HealthDay Reporters © The New York Times 2024
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