En una crítica situación quedó la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, luego de perder el apoyo político de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados.
- En una situación inédita, los diputados de la comisión -desde el PC al Partido Republicano- resolvieron la tarde de este miércoles suspender la sesión de la comisión a la cual estaba invitada la ministra acusando una pérdida total de la confianza hacia ella: acordaron enviar una carta a Boric para reclamar la falta de transparencia de Rojas y pedirle una audiencia a él para restaurar las confianzas.
- A Rojas le reprocharon haber omitido que sostuvo, no una, sino tres reuniones con empresarios en la casa del lobista Pablo Zalaquett, hecho que declaró sólo cuando el Presidente le ordenó a los ministros registrar los encuentros en el portal de Lobby.
- La semana pasada, en la misma comisión, solo mencionó un encuentro. En esos días dijo que no sabía que Zalaquett era lobista, una declaración inverosímil y mal evaluada en La Moneda.
El factor PS. Tras las duras críticas de los diputados, Rojas se disponía a presentar el proyecto de reforma a la Ley Orgánica de la Superintendencia del Medio Ambiente. La propia presidenta de la comisión Clara Sagardia (Ind Convergencia Social) intentó retomar la sesión.
- El problema fue que un socialista, en este caso Daniel Melo, su futuro jefe de bancada, impulsó en ese momento la idea de poner fin al encuentro. La oposición se sumó a la ofensiva, sin liderarla, y Maisa Rojas tuvo que retirarse muy incómoda del lugar.
- En sectores de La Moneda tomaron nota de que fuera un PS el que tuviera un rol central en esta trama.
- Entre influyentes socialistas, junto a otros dirigentes del Socialismo Democrático, vienen pidiendo la salida de Rojas desde antes del plebiscito del 17 de diciembre, en el caso de que triunfara la opción A Favor y bajo la idea de dinamizar la economía -y no colocarle trabas- en un 2024 marcado por las elecciones municipales.
- “Yo creo que la ministra está al debe, y el Presidente de la República tiene que evaluar esta situación”, dijo el diputado Melo tras la sesión de este miércoles.
- Demás está decir que en el Gobierno es un secreto a voces que Rojas ha tenido diferencias con dos influyentes ministros socialistas del gabinete: Mario Marcel, de Hacienda, y Jéssica López, del MOP.
- En octubre, Marcel dijo que “la autoridad medioambiental tiene una responsabilidad bien importante, que es la protección de nuestra naturaleza y nuestro medioambiente. Pero creo que muchas veces, frente a estos temas de proyectos de inversión, a veces se piensa que las inversiones se van a hacer igual, que da lo mismo lo que uno les exige y les pide, se van a hacer de todas maneras, y eso no es así”.
- Dos meses después, López sostuvo lo siguiente de su par de Medio Ambiente: “Naturalmente nosotras tenemos formaciones muy distintas”.
Por qué cayó en desgracia. Maisa Rojas -física y climatóloga de la Universidad de Oxford- es descrita como una académica sin militancia ni redes políticas de peso.
- Para algunos, el que no haya transparentado todas sus reuniones con Zalaquett -más allá del débil manejo político y comunicacional que se le atribuye en el oficialismo- no es suficiente como para explicar una embestida del calado que enfrentó este miércoles. A ninguno de los otros 5 ministros que también acudieron a la casa de Zalaquett le ha ocurrido algo similar, pese a que no todos han puesto a disposición los antecedentes de manera oportuna y también han tratado de controlar la crisis a cuenta gotas.
- Antes de que surgieran los cuestionamientos en el oficialismo hacia Rojas, ya se venía gestando una marginación dentro del gobierno, principalmente en el sector económico del gabinete.
- Un ejemplo de aquello fue su exclusión del Gabinete Pro Crecimiento, integrado por los ministros de Hacienda, Obras Públicas, Economía, Trabajo y Ciencia, Tecnología e Innovación.
- Incluso, quedó marginada de uno de los anuncios más relevantes del gobierno, el Pacto Fiscal. En aquella ocasión, Marcel estuvo acompañado por los ministros Carolina Tohá, Jeannette Jara, Ximena Aguilera, Nicolás Grau y de la titular de la Mujer, Antonia Orellana.
- Para ese entonces, Rojas se encontraba en Santiago, pero no fue convocada.
- Las diferencias entre los jefes de las carteras de Hacienda y Medio Ambiente, como se mencionó anteriormente, también han sido percibidas por los inversionistas.
- En ese sector se asegura que hay una contradicción en las agendas de ambos ministros. Por un lado, Marcel les ha planteado que el gobierno busca la generación de crecimiento, de desarrollo, mayor recaudación fiscal y más empleo. Por otro, a Medio Ambiente le atribuyen buena parte de los problemas de la denominada “permisología”, a partir de una mirada más ortodoxa de la protección del medioambiente.
- Este miércoles, durante un seminario en la UAI al que asistió antes de concurrir al Congreso, la ministra se refrió a su reforma a las bases generales del medio ambiente y a la necesidad de agilizar proyectos específicos para la transición energética. “La verdad de las cosas es que un proyecto grande minero no es urgente”, dijo en un momento.
- Al igual que Marcel, la ministra López también se perfila con una mirada más focalizada en el estímulo de la inversión y ha reconocido que hay trabas -a los proyectos públicos y privados- que deben ser resueltas. A Rojas se le atribuye haber perseverado en una línea más académica, lo que, por ejemplo, se habría reflejado en las diferencias que tuvieron en la constitución del área marina protegida en el Archipiélago Humboldt.
Un mal precedente. Rojas contaba con un 30% de conocimiento en noviembre, siendo una de las ministras con menor conocimiento ciudadano, según la encuesta Cadem.
- En paralelo, la Cámara de Diputados rechazó la partida de la cartera durante la tramitación de la Ley de Presupuestos, y esta tuvo que ser repuesta en el Senado. Lo ocurrido fue con votos oficialistas, en particular de la bancada independiente PPD.
- De todas formas, La Moneda salió a respaldar a Rojas por lo ocurrido en la comisión de Medio Ambiente, probablemente rechazando que una ofensiva de ese calado siente un precedente.
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