La semana pasada, los equipos ECOH (Equipos contra el Crimen Organizado y Homicidios) de la Fiscalía se reunieron en Iquique para intercambiar experiencias en los dos primeros dos meses de funcionamiento, donde también emergieron cifras preocupantes: 216 personas han sido víctimas del crimen organizado y se registran 104 homicidios y 32 secuestros.
El anfitrión de la instancia fue el fiscal regional de Tarapacá, Raúl Arancibia, quien profundizó sobre este escenario en conversación con Radio Universo, recordando que «desde hace dos o tres años que vengo diciendo lo mismo: cuando empezó a ponerse seria la situación acá en Tarapacá, debido a que tenemos una frontera vulnerable, levanté una voz de alerta, de que si no parábamos esta cosa acá, en dos o tres años esto iba a estar fuerte en la Región Metropolitana, y se cumplió».
En esa línea, insistió en que es en la frontera norte donde debe existir un muro de la fuerza policial que permita «parar o aminorar el paso de gente hacia Santiago con estas intenciones, con estos antecedentes, con esta falta de registro, y toda esta situación que nos ha causado tanto daño. Pero se requiere una fuerza policial potente aquí, no esperarlos en Santiago, aquí es donde debe ser multidisciplinaria».
Arancibia detalló que el año pasado se registraron 11 homicidios en Tarapacá, lo que tildó como «una locura» al hacer el balance respecto a la población. «Se envió una fuerza especial de tarea multidisciplinaria, y permitió en 60 días aclarar 14 homicidios de 20 que teníamos en el listado. Vinieron 30 personas para esa fuerza de tarea, pero eso debería ser permanente», comentó.
De hecho, el persecutor jefe contó que en la zona la fuerza policial «ha ido disminuyendo en vez de ir aumentando (…) la fuerza policial dedicada al tráfico de drogas, por ejemplo, ha ido disminuyendo enormemente en el tiempo, no ha aumentado. Yo fui fiscal especialista en drogas hace unos años atrás y teníamos 80 funcionarios de la PDI, y hoy día debe ser la tercera parte en esa especialidad, entonces no se entiende».
«Nunca hemos visto una explicación real a eso, a lo mejor se ha estimado, por estrategia del alto mando policial de que hay que reforzar en otros lados, puede ser, yo no digo que no estén trabajando, lo que digo es que es aquí donde debe darse la mayor atención y no se está produciendo necesariamente. Han habido soluciones, pero temporales», acusó.
Fugitivo «Fito» Macías: «¿Por qué no va a estar en Chile?»
Consultado por el escenario que se abre en el marco de la intensa búsqueda del fugitivo narcotraficante ecuatoriano Adolfo «Fito» Macías, cuya familia recientemente fue capturada en Argentina, y las posibilidades de que el sujeto intente ingresar a Chile, el fiscal dijo desconocer si hay alguna orden de detención internacional o alguna alerta en nuestro país en su contra.
«Si usted lo encuentra en Chile, va a identificarlo, va a decir cuidado, pero no tenemos herramientas para detenerlo. Es lo mismo que puede pasar con ‘El Niño Guerrero’ (del Tren de Aragua); si no hay una orden, aunque lo ubiquen, no hay facultad para detenerlo en otro país», comentó.
Ante la posibilidad de que «Fito» esté en Chile, considerando que su familia estaba en el país vecino, el fiscal Arancibia sostuvo que «seamos realistas, ¿por qué no?, ¿por qué no va a estar en Chile, en Perú o en Argentina?, puede ser en cualquier lugar. Entonces cegarnos y decir que no está en Chile, ¿y por qué no va a estar en Chile? a lo mejor es el lugar más seguro para él».
Con todo, el persecutor no descartó que las bandas ecuatorianas ahora sean las siguientes en llegar luego del Tren de Aragua de Venezuela, pero advirtió que «ahora no nos puede pillar de sorpresa como nos pasó hace dos o tres años, que tuvimos esta verdadera avalancha de gente y entraban sin problema».
En esa línea, acusó que desde las 18.00 horas el paso fronterizo está cerrado, y después de eso «la gente pasa no más… eso es porque falta gente, porque probablemente no hay suficiente cantidad de gente en el turno de la PDI, tampoco hay Aduanas, etc. Entonces la gente espera para pasar a esa hora o llega a esa hora a la frontera, y pasa no más».
Esto, afirmó, incluso no sólo ocurre después de las 18.00 horas, «sino que hay veces que hay tanta gente haciendo el trámite, que pasan por el lado (…) esto debiera tener un funcionamiento las 24 horas, como cualquier frontera del mundo». «Está sin control, y cuál es la razón que sea así, yo no puedo dar una respuesta, pero me parece insólito», cerró.
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