El papa Francisco y el presidente de Argentina, Javier Milei, se han saludado y abrazado este domingo tras la canonización de la primera santa argentina, zanjando así las descalificaciones de la campaña electoral, cuando el ahora mandatario tildaba al pontífice de «representante del maligno en la Tierra».
Una vez terminada la eucaristía en la basílica de San Pedro del Vaticano, el sumo pontífice ha sido llevado en silla de ruedas por sus problemas de rodilla hasta el lugar en el que el presidente argentino había seguido la misa, a su derecha, en primera fila ante un reclinatorio.
El papa, al verle, ha exclamado: «¡Te cortaste el pelo!», entre las risas de ambos. «Lo emprolijé», ha respondido el mandatario tomándole de las manos y riéndose, según se escucha en los vídeos del encuentro. Acto seguido, se ha inclinado y ha abrazado al pontífice. «Gracias por venir», le ha dicho el papa, que ha saludado al resto de acompañantes del presidente, entre ellos su hermana y secretaria general, Karina Milei. «Recen por mi y yo lo hago por ustedes», ha terminado el pontífice antes de despedirse.
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