El Ministerio de Salud canceló un polémico estudio relacionado con las fiestas Chemsex, práctica que combina actos sexuales y consumo de drogas en vivo, tras diversos cuestionamientos éticos y críticas internas.
De acuerdo a lo consignado por La Tercera, la investigación, que contaba con un presupuesto de $50 millones, pretendía explorar el impacto de estas actividades, enfocado en comprender el comportamiento de los usuarios con drogas sexualizadas, especialmente en la comunidad LGTBI+ y personas no binarias de la Región Metropolitana, a fin de desarrollar estrategias de prevención en salud reproductiva.
El estudio, iniciativa de la División de Prevención y Control de Enfermedades (Diprece), adoptaba una metodología etnográfica que implicaba la participación directa de los investigadores en eventos asociados al Chemsex -conjugación en inglés “chemicals” (sustancias químicas) y “sex” (sexo)-. La intención era realizar observaciones detalladas para un análisis más profundo del fenómeno.
No obstante, la propuesta enfrentó obstáculos desde su inicio, generando debate sobre su adecuación ética. Los cuestionamientos se agudizaron tras reportarse incidentes, como la agresión a un investigador durante el trabajo de campo, y la revelación de que el proyecto no había obtenido la aprobación ética necesaria, a pesar de las advertencias previas del gabinete de Salud Pública.
La decisión de suspender y posteriormente terminar el contrato del estudio fue anunciada el 24 de noviembre, confirmándose su cancelación definitiva en enero, según fuentes del Centro de Estudios Germina citadas por La Tercera: “El estudio mencionado no se llevará a cabo, hoy está en categoría de suspendido”.
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