El actor argentino Guillermo Francella sumó su voz al debate público sobre la actualidad de su país y ayer, en una charla con Eduardo Feinmann, Jorge Lanata y Roberto Moldavsky, apoyó al gobierno de Javier Milei. Sin hacer mención a los recortes en el área de cultura, a la desfinanciación del INCAA o a la situación del cine Gaumont, hechos por los cuales gran cantidad de artistas manifestaron su opinión, el reconocido intérprete defendió las medidas del libertario y se mostró expectante de cara al futuro. «Yo no pierdo las esperanzas», dijo el protagonista de «El encargado».

«¿Cómo estás viendo el país?», le preguntó Feinmann sobre el final de la entrevista. «Con esta incertidumbre de ver cuándo termina el goteo y empieza la gente a disfrutar un poco más de estas medidas», reflexionó Francella. «Lo que sí sé es que eran más que necesarias, y sabíamos que iba a haber cirugía mayor. Lo dijeron ellos en la campaña y lo cumplió taxativamente», agregó contundente.

Pero su análisis no quedó ahí, y sin mediar consulta, el actor hizo referencia a las disputas políticas que generaron las iniciativas del flamante Gobierno. «Después, qué iba a suceder con la oposición, con las leyes que implementaron, la Ley ómnibus, el DNU… sabía que iba a haber contrastes, pero a cien días me parece que se sabía que esto iba a ocurrir», dijo.

Para cerrar el tema, Francella compartió su visión positiva en relación con el futuro. «Sigo con la esperanza, no sé con qué inmediatez de que esto se modifique a favor del pueblo. Yo no pierdo las esperanzas», concluyó.

Las declaraciones de Francella sobre la actualidad del país tuvieron lugar luego de que otro gran exponente de la cultura nacional, Ricardo Darín, expresara su punto de vista sobre las políticas de la actual gestión. En el marco de la presentación de la película «Descansar en paz», que el actor produjo para Netflix, Darín destacó la importancia de la cultura en el desarrollo de una sociedad y su impacto en la identidad nacional.

El protagonista de «Argentina, 1985» se posicionó en contra del discurso libertario al señalar que las problemáticas locales no están originadas por las inversiones en cultura. «Creer que lo que está ocurriendo en nuestro país desde hace ya muchas décadas con la pulverización de la educación, del trabajo real o la cantidad de gente que está por debajo de la línea de pobreza (todas cosas muy lamentables y muy horrorosas), dependen del sector artístico, de los actores, las actrices, los directores… es un delirio», resaltó.

Finalmente, el actor lanzó un mensaje conciliador a favor de posturas que permitan impulsar «un país para adelante», y abogó por que «tanto de un lado como el otro estén bien asesorados y se sienten en una misma mesa de debate».

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