Nuevas proyecciones de crecimiento para 2024 así como una estimación al alza en la inflación fueron los aspectos centrales del Ipom presentados este miércoles por el Banco Central. Sin embargo, el tipo de cambio, el diferencial de tasas con EEUU y sus efectos sobre el dólar tomaron una parte importante de la presentación del documento y las preguntas realizadas a la presidenta del BC, Rosanna Costa.
En su presentación del Ipom ante la Comisión de Hacienda del Senado, Costa, señaló que “Es necesario dejar claro que el proceso no termina en el momento en que la inflación llega a 3%, sino que lo hace cuando las condiciones macroeconómicas nos permiten sostener que la inflación se mantendrá en ese valor de forma estable”.
Sin embargo, en sus reflexiones finales apuntó a que la capacidad del Banco Central para combatir la inflación y llevar la TPM desde un 14% a un 6,5% fue posible gracias a tres elementos: la flexibilidad cambiaria, el funcionamiento adecuado de los mercados financieros y el anclaje de las expectativas de inflación.
Sobre lo primero, dijo que “es normal que el tipo de cambio aumente cuando el diferencial de tasas con las principales economías del mundo se reduce”, y comentó que “la depreciación del peso tiene un efecto en los precios. Nuestras proyecciones consideran un aumento en la inflación en los meses que vienen, tanto en respuesta a los movimientos del tipo de cambio como a algunas presiones de costos que se estiman poco persistentes. Lo importante es que estas fluctuaciones de corto plazo en la inflación pueden ser acomodadas dentro del horizonte de dos años que define nuestra meta de inflación, de modo que, en la medida que no deriven en cambios persistentes en la inflación, no requieren ajustes mayores de la trayectoria de política”.
Ante las preguntas de los senadores respecto de la incidencia del dólar y cómo afecta la decisión de la TPM, Costa respondió que “la inflación a dos años debe ser 3%, y el instrumento con el cual se maneja ello es la tasa de interés”, pero puntualizó que “cuando analizamos macroeconómicamente la proyección de la inflación, ciertamente el impacto del tipo de cambio es una de las variables, pero las brechas de la economía también importan, en su conjunto analizamos cuál es la proyección de la inflación”.
Así, apuntó que “el objetivo de la política monetaria es conducir la inflación a través de la tasa de interés al 3% en un horizonte de dos años. El tipo de cambio no forma parte de ese conjunto, si nos importa que los mercados financieros funcionen adecuadamente, funcionando adecuadamente podemos transmitir la política monetaria, es lo que miramos”.
Respecto de las espaldas para intervenir, recordó que “el BC tiene fuertes espaldas para enfrentar cualquier shock de esa naturaleza. Tenemos reservas por US$46.000 millones, líneas de crédito complementarias por US$18.000 millones en un caso,, cerca de US$8.000 millones en otro caso, de manera que tenemos capacidad suficiente para cualquier embate, tenemos como mantener la estabilidad tanto en términos de inflación como en nuestro rol de estabilidad financiera”.
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