Chile envejece y comienza a hacerse más pequeño. Así al menos lo demuestran las cifras sobre cómo el país ha ido cambiando en los últimos años con respecto a su población.

Se proyectaba que para 2050, Chile iba a alcanzar su máxima cantidad de habitantes y luego de eso inevitablemente iba a descender. Sin embargo, y debido a una serie de factores que ya están impactando en Chile, esa predicción podría incluso ocurrir antes de lo esperado.

¿Llegaremos a ser 20 millones? Población chilena está a punto de disminuir por primera vez en su historia

De acuerdo con la información recopilada por el sitio Worldmeter, con datos tomados de Naciones Unidas, la población actual de Chile es de 19.654.733, que equivalen al 0,24% del total de la población mundial.

Asimismo, con respecto a esta cifra, Chile ocupa el puesto 65 en la lista de países ordenados por número de personas de mayor a menor. Tiene una densidad de población de 26 personas por kilómetro cuadrado y cerca del 85% de sus habitantes viven en zonas urbanas.

Pero el dato que más resalta de todo este análisis: la variación porcentual de la población por año ha estado en sus niveles más bajos desde que se tiene registro. Cada año el número de habitantes en Chile aumentaba entre un 1% y un 2%, lo que equivale a una entrada de entre 100 mil y 200 mil personas.

Sin embargo, desde 2022 en adelante la variación porcentual cayó a mínimos históricos. Para el 2023, el aumento de la población no superó el 0,13 %, lo que reflejó un leve incremento de 25.857 personas en el número de habitantes. Para el 2024, la variación de la población fue de un 0,15%. equivalentes a 29.249 nuevas personas en las filas del país.

En términos concretos, Chile comenzó a crecer aproximadamente 6 veces más lento de lo que lo venía haciendo en los últimos 30 años, y casi 12 veces más lento de lo que lo hacía hace 70 años.

Pero, ¿qué factores provocan este abrupto cambio en la demografía nacional? Principalmente son dos los motivos que están jugando un rol clave en una reducción de la población: baja fecundidad y la cantidad de migrantes que están diciendo irse de Chile.

Este decrecimiento es esperable según el modelo de transición demográfica que estudia el comportamiento de la sociedad en el tiempo. Pero, y según explica Alejandro Cortés, académico del Departamento de Geografía de la Universidad Alberto Hurtado, “Chile avanzó muy rápido en ese proceso y por lo tanto tiene una población con tendencia a envejecer y con tasas de reemplazo muy próximas al umbral mínimo o incluso más bajas”. Algo que, de acuerdo a sus palabras, era muy esperable bajo las condiciones que vive el país.

Efectivamente esta desaceleración apunta principalmente a la salida de migrantes, que impactan con una disminución abrupta del crecimiento del país en términos demográficos, y también con una menor cantidad de partos realizados en el país. “Los migrantes, en su mayoría, están en edades reproductivas. En casi todo el mundo, la mayoría de los migrantes tienen entre 18 y 45 años, que es plena edad reproductiva y plena edad laboral también. Por lo tanto, tienen una fecundidad mayor a la población, o llegan a aportar en términos de fecundidad”, comenta Cristián Doña, investigador adjunto del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales UDP (ICSO UDP).

“Es muy cierto que la migración latinoamericana nos ayudó en un momento”, agrega. De hecho, el doctor en Sociología e Historia remarca que en regiones como Antofagasta, en el Censo de 2002 se reflejó una disminución de los nacimientos de hijos vivos. “Y esa tendencia se frenó justamente por el arribo masivo de migrantes que tienen tasas mucho más altas de hijos por mujer”, complementa.

Pero ¿qué tanto influye la migración en las tasas de fecundidad en Chile?, la directora del Observatorio de Desigualdades y académica de la Escuela de Sociología de la Universidad Diego Portales, Martina Yopo, realizó una investigación al respecto.

“Es una evidencia clara de que en Chile cada vez nacen menos niños, de que menos mujeres quieren ser madres y las que quieren hacerlo lo hacen a edades más avanzadas”, adelanta la investigadora. Hoy, la tasa global de fecundidad -que se entiende como el número promedio que tienen las mujeres de hijos durante su edad fértil- se encuentra en 1.3 hijos por mujer promedio. De hecho, las últimas cifras publicadas por el anuario de estadísticas vitales del INE muestran que en marzo pasado esa tasa bajó incluso a 1.17 hijos por mujer.

Eso, según explica Yopo, posiciona a Chile como uno de los países con la menor tasa de fecundidad del continente americano. Incluso como uno de los países con los índices más bajos del mundo. “Todavía países como Corea o Japón siguen siendo los que lideran estas tendencias demográficas a nivel global, pero en Chile nos estamos acercando”, sentencia.

Esta baja en la fecundidad es también responsable de que la población disminuya. De hecho, Yopo añade que en la década de los sesenta todavía las mujeres tenían más de cinco hijos promedio. “Han habido cambios a nivel de población que son sumamente profundos y que son sumamente radicales. Ese es un primer hecho clave que está impactando en este descenso en el crecimiento de la población”, comenta.

Entonces, este abrupto descenso del crecimiento de la población, esta pisada de freno al aumento de habitantes ¿podrá cambiar las proyecciones que se tenían hasta ahora? De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas, se esperaba que para 2050 la población en Chile superaría los 20 millones de habitantes, y luego de eso comenzaría paulatinamente a decrecer. Eso, y además a tener cada vez más habitantes adultos mayores.

Para Cristián Doña es necesario contar con la información que entregará el próximo Censo para entender con claridad este cambio en la predicción. Pero a primera vista, el académico pronostica que Chile podría empezar a disminuir su cantidad de habitantes entre 5 a 10 años antes de lo proyectado.

“Yo apostaría que no va a bajar al 2040. Pero lo importante es que si no cambia nada, la población chilena va a empezar a disminuir si no hay políticas que se enfoquen a cambiar eso, porque el que la población de un país disminuye tiene un efecto gigante, por ejemplo, en la fase impositiva”, complementa el investigador.

Este decrecimiento se podría adelantar, comparte también Cortés. ”Lo interesante, eso sí, sería profundizar en las causas que estarían acelerando este fenómeno que, si bien es esperable, adquirió velocidad”.

Esto tendrá algunas consecuencias que ya se pueden ir notando con el paso de los años. El cambio en la edad promedio de la población hará que la demanda por establecimientos educacionales será cada vez menor, y la demanda por recintos de cuidado al adulto mayor irá en aumento, según proyectan los especialistas consultados.

Doña, ante esto, agrega también que los datos indican que prácticamente todos los países y regiones sufrirán una reducción de su población en algún punto. Eso sí, “el único continente que va a crecer en población de aquí al 2100 es África. Entonces, incluso hay que pensar que cuando Chile piense en políticas migratorias para el futuro, ya no necesariamente van a ser migrantes venezolanos, colombianos, haitianos, sino que hay que empezar a pensar que pueden ser inmigrantes africanos, porque ahí va a estar la población disponible”, concluye.

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