Tras dos días de deliberaciones, el jurado de 12 miembros emitió el veredicto por unanimidad en la corte de Manhattan presidida por el juez Juan Manuel Merchan.
El fallo convierte a Trump, quien es el virtual candidato republicano para las elecciones de noviembre de este año, en el primer expresidente estadounidense en la historia condenado en un juicio penal.
El exmandatario permaneció impasible mientras escuchaba, uno por uno, los veredictos de culpabilidad del jurado.
Trump estaba acusado de falsificar documentos para ocultar un presunto pago a la actriz porno Stephanie Cliffords, conocida como ‘Stormy Daniels’, con el fin de comprar su silencio sobre una supuesta relación que mantuvieron y así proteger su campaña electoral de 2016, algo que él niega.
El juicio se centraba en un pago de US$130.000 que Trump le hizo a Michael Cohen, su antiguo abogado personal, quien a su vez aseguró haber comprado con ese dinero el silencio de Daniels. Para los fiscales de Nueva York, esto fue un intento de «influir ilegalmente» en las elecciones de 2016.
La condena se anunciará el 11 de julio, según estableció el tribunal.
El expresidente se enfrentaría a una pena de prisión de entre un año y cuatro meses, y cuatro años por cada cargo.
Sin embargo, debido a su edad y la ausencia de antecedentes penales, podría cumplir una sentencia más corta o quedar libre.
Tras salir del tribunal, Trump declaró a los medios de comunicación que el proceso fue «una vergüenza» y «un juicio amañado».
Alegó haber recibido un trato injusto y aseguró que «seguirá luchando hasta el final».
«Esto está lejos de terminar», afirmó, antes de alejarse sin responder preguntas.
Se espera que los abogados del exmandatario apelen la decisión, lo que podría retrasar la resolución final de este caso durante meses e incluso años.
Aunque técnicamente es posible que Trump sea enviado a prisión, esto resulta improbable.
En primer lugar, porque durante el proceso de apelaciones podría mantenerse en libertad bajo fianza.
En segundo lugar, porque posiblemente el juez opte por una pena que evite la cárcel debido a una serie de circunstancias adicionales como su avanzada edad, el hecho de que no tiene antecedentes penales y de que los delitos por los que ha sido declarado culpable son no violentos.
En una rueda de prensa, el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, reconoció la labor realizada por su equipo. Dijo que aunque este proceso había tenido un acusado como ningún otro en la historia estadounidense (un expresidente), él y sus colaboradores habían tratado el caso como cualquier otro: «Siguiendo los hechos y la ley y haciéndolo sin miedo ni favoritismos», dijo.
Después de recibir el veredicto, el expresidente también publicó en su red social Truth Social una solicitud de recaudación de fondos para su campaña.
En su publicación aseguró no haber hecho «nada incorrecto», se declaró como «un prisionero político» víctima de una «caza de brujas» y pidió apoyo a sus seguidores para regresar a la Casa Blanca.
Por su parte, en una declaración escrita divulgada después de ser conocido el fallo, el abogado Michael Cohen señaló: «Hoy es un día importante para la transparencia y el Estado de Derecho. Aunque ha sido un trayecto difícil para mí y para mi familia, la verdad siempre importa».
La campaña de Biden respondió al veredicto de culpabilidad de Trump en un comunicado en el que indicó que «hoy en Nueva York hemos visto que nadie está por encima de la ley«.
«Donald Trump siempre ha creído erróneamente que nunca enfrentaría consecuencias por violar la ley para su beneficio personal», dijo en un comunicado Michael Tyler, el jefe de prensa de la campaña de Biden-Harris.
Y sentenció que «solo hay una manera de mantener a Donald Trump fuera del Despacho Oval: en las urnas».
El resultado de este juicio es un devastador golpe para el expresidente, según Gary O’Donoghue, corresponsal para Norteamérica de la BBC.
«Una cosa es ser controvertido y provocativo, y otra muy distinta ser un delincuente convicto», afirma.
O’Donoghue cree, sin embargo, que el veredicto de culpabilidad contra Trump vigorizará y enfurecerá aún más a sus seguidores.
También le ayudará, explica, a recaudar dinero no sólo para sus crecientes gastos legales sino también para su campaña presidencial.
Por otro lado, O’Donoghue considera que la gran desventaja para Trump es que en algunos de los estados indecisos, donde previsiblemente el resultado de las elecciones va a ser muy ajustado, muchos votantes se mostrarán reticentes a apoyar a un candidato con antecedentes penales.
¿Qué pasará con las elecciones?
Legalmente, sin embargo, la condena no le impedirá a Trump mantenerse en la carrera para regresar a la Casa Blanca.
La Constitución en Estados Unidos establece unos pocos requisitos para los candidatos presidenciales: tienen que tener más de 35 años, ser ciudadanos estadounidenses por nacimiento y haber vivido en el país por, al menos, 14 años.
«No hay reglas que bloqueen a candidatos con historial delictivo. Una persona incluso podría lanzarse a la presidencia mientras está en la cárcel», apunta Caitlin Wilson, reportera de la BBC en Estados Unidos.
Políticamente, sin embargo, esta condena podría influir en la decisión que deberán tomar los electores estadounidenses en las presidenciales de noviembre próximo.
A principios de año, una encuesta de Bloomberg y Morning Consult encontró que el 53% de los votantes en estados clave se negarían a votar por el republicano si fuera condenado.
Otra encuesta realizada este mes por la Universidad de Quinnipiac, mostró que el 6% de los votantes de Trump serían menos propensos a apoyarle en noviembre tras un veredicto de culpabilidad. Se trata de una cifra importante en una contienda tan reñida.
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