Las proyecciones de los economistas para el Imacec de junio tendrán que comenzar a ser revisadas a la baja. El efecto de las lluvias y la paralización de las clases en las regiones Metropolitana, O’Higgins, Valparaíso, Coquimbo, Ñuble y Maule podría provocar un ajuste en esas previsiones, sumado a que el comercio y la industria podrían funcionar de manera parcial, considerando el llamado del gobierno para que las personas se mantengan en sus casas.

¿Cuál es el impacto? Por ahora, el primer efecto concreto y cuantificable es lo que produce la paralización de las clases en el Imacec. Según el Banco Central, el peso que el sector educación tiene en el PIB es de 5,2%.

Los economistas consultados afirman que el impacto sería del orden de 0,2 punto porcentual en el mes. Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo (LyD), explica que “la pérdida de dos días hábiles en servicios, como educación, ponderado por la zona afectada, implica una pérdida de entre 0,1 y 02 pp en el Imacec de junio”.

Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, acotó que “es probable que tenga un efecto, aunque de orden menor. No veo que vaya más allá de dos décimas en el mes y que para el año el efecto se diluya”. Lehmann añade que la suspensión “de clases más el hecho de que la declaración de emergencia ha llevado a muchas personas a quedarse en sus hogares, impactará en el comercio y algunos servicios”.

Sofía Schuster, investigadora de Clapes UC, argumenta que “en términos específicos, el último Imacec mostró una variación interanual de 3,5%, influenciada principalmente por el desempeño de los sectores de servicios y comercio, ambos susceptibles a las condiciones climáticas adversas”. Por ello, ahora, con la paralización de clases y posibles interrupciones en el transporte y comercio, “es probable que veamos una desaceleración en estas áreas para el Imacec de junio”.

Además, Schuster añade que “la interrupción de las cadenas de suministro podría afectar la producción industrial, agravando el impacto económico. La evaluación de estos efectos requerirá un seguimiento detallado de los datos económicos y climáticos en las próximas semanas”.

Valentina Apablaza, economista del OCEC-UDP, entrega su visión al respecto: “Anticipamos un impacto negativo, en torno a 0,4 punto porcentual menos en la variación anual del Imacec de junio, impulsado por una menor actividad en la zona centro-sur del país, especialmente por la situación del Bío Bío”.

En ese contexto, menciona que “dada la composición de la zona, esperamos que los servicios expliquen la mayor parte de esta caída, sin embargo, no se descarta una participación relevante del sector agrícola, toda vez que las fuertes lluvias pueden derivar en inundaciones y pérdidas de cultivos como ocurrió con el sistema frontal del año pasado”.

Otros economistas plantean que si bien en el neto el efecto es marginalmente negativo, hay algunos elementos que podrían tener efectos positivos. Uno de ellos es el sector de Electricidad, Gas y Agua, y Salud.

En la red social X, el economista jefe de scotiabank, dijo que “el efecto de estas lluvias mayores tendería a ser negativo, con la excepción de EGA y Servicios Personales (salud)”.

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