Era un día corriente de un equipo de astrónomos. Su telescopio Pan STARRS, instalado en la Universidad de Hawái, estaba sondeando el espacio, como siempre lo hacía, cuando de pronto, detectó un objeto extraño sin precedentes.
La jornada de los científicos cambió el rumbo por completo. Ellos, y otros proyectos espaciales, comenzaron a seguir la trayectoria de esa masa peculiar durante tres días, hasta que la perdieron de vista. Así, en octubre de 2017, comenzó una de las grandes incógnitas del universo y la ciencia.
¿Qué fue lo que vieron los científicos?
Se trata de una especie de piedra de 400 metros de largo y superficie rojiza. Según lo describió BBC Mundo, rotaba con velocidad, tenía una trayectoria caótica y su brillo cambiaba abruptamente.
Sin saber qué era, los científicos de Hawái lo bautizaron como Oumuamua, que significa “mensajero de lejos que llega primero”.
Desde entonces, se han generado distintas teorías que buscan explicar qué era el misterioso objeto. Una de las más polémicas es la de los astrónomos de la Universidad de Harvard, quienes creen que podría ser algo enviado intencionalmente por alguna civilización alienígena.
La teoría de Harvard que asegura que el Oumuamua fue enviado por alienígenas
Al inicio, la discusión científica se limitó a que el Oumuamua podía ser un cometa o un asteroide. La teoría del cometa fue, por un tiempo, la ganadora.
En ese momento, David Farnochhia de la NASA decía que “debe ser un cometa y que los gases que emanan de su superficie están causando las pequeñas variaciones en su trayectoria”.
No obstante, otros científicos no creían en esta hipótesis, porque, contrario a un cometa común y corriente, no tenía una cola de partículas de polvo y hielo.
Y aunque apenas fue en octubre de 2017 cuando lo vieron por primera vez, el debate continúa latente. Solo que las opciones que explican qué es el peculiar objeto se han ampliado: un estudio de un grupo de científicos del Centro de Astrofísica de Harvard-Smithsonian hizo una controvertida propuesta, que publicaron en la revista Astrophysical Journal Letters.
Sugirió que su origen podría ser “artificial”. Es decir, que “Oumuamua pueda ser una sonda totalmente operacional, enviada de manera intencional a las proximidades de la Tierra por una civilización alienígena”.
También creen que puede ser “un resto de un equipo tecnológico avanzado”, como una vela solar, que funciona para propulsar una nave por la radiación solar o el plasma del viento solar.
Las teorías de los astrónomos Shmuel Bialy y Abraham Loeb, autores de la investigación, se basaron en la información que captaron los telescopios ese día, en 2017: la alta velocidad y la peculiar trayectoria, para ellos, descartan que se trate de un cometa.
“Desde su descubrimiento, Oumuamua ha mostrado características inusuales, eso lo hace un objeto raro, perteneciente a una clase de objeto no vista antes”, le dijo Loeb a la BBC.
“¿Qué podría causar el exceso de aceleración de Oumuamua? Esa es la pregunta fundamental que intentamos responder. Si no es la cola de un cometa que lo empuja, ¿qué más podría ser? Nosotros proponemos que se trata de la radiación solar”.
Pero no todos están de acuerdo. El miembro del Centro de Ciencias Planetarias de la Universidad de Toronto, Alan Jackson, dijo en conversación con CNN que no está convencido y que el estudio que presentaron los astrónomos de Harvard es “bastante defectuoso”.
“Carl Sagan dijo una vez: ‘Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias’ y este documento carece claramente de pruebas y no hay pruebas extraordinarias”.
Así como Jackson, son varios los detractores de la hipótesis alienígena que no tendría la evidencia suficiente para tomarla como una verdad absoluta. Los mismos autores mencionaron en la publicación que las observaciones de los telescopios “no son lo suficientemente concluyentes como para proporcionar una imagen clara de Oumuamua”.
No obstante, el trabajo de los científicos añade una variante más para continuar investigando el origen, todavía desconocido, del Oumuamua.
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