Al menos una decena de testigos reservados -y protegidos- son los que tiene la Fiscalía en la investigación del triple homicidio de carabineros ocurrido el 27 de abril en la comuna de Cañete, Región del Biobío. Testimonios que han servido como pieza clave para el ente persecutor y el OS-9 de la policía uniformada para lograr la detención de los tres hermanos Jefferson (19), Felipe (29) y Tomás Antihuen Santi (22) -este último prófugo- y de Nicolás Rivas Paillao (29).

El “testigo reservado 8″, como lo cataloga la investigación que lleva adelante la Fiscalía Regional de La Araucanía -la que asumió la indagatoria del crimen-, es precisamente una de las personas que entregaron antecedentes que permitieron vincular a Rivas con el asesinato de los funcionarios Sergio Arévalo (34), Misael Vidal (30) y Carlos Cisterna (43).

La declaración de esa persona comienza sosteniendo que no tiene conocimiento de quiénes fueron las personas que asesinaron a los carabineros aquella noche de abril, pero sí que tenía “información de utilidad”. El sujeto en su testimonio dio cuenta de la relación de amistad que tenía Rivas con los hermanos Antihuen Santi, donde “se juntaban a tomar alcohol e incluso cometen delitos juntos, porque salen a robar autos y animales de otras personas”.

La risa del imputado por el crimen

El testigo protegido de la Fiscalía les señaló a los investigadores que la tarde previa al crimen tuvo conocimiento de que uno de los Antinuhen -no especificó su nombre- llegó a bordo de un automóvil de marca Kia hasta la casa de Nicolás Rivas a buscar un armamento, describiendo físicamente como sería el sujeto que llegó entre las 18 y 19 horas a visitar a Rivas.

Continuó su declaración sosteniendo que Nicolás Rivas no recibió a su visita, pero que sí lo hizo el padre de este, Belisario Rivas, quien le entregó un “armamento largo”, algo así como una escopeta o un rifle, además de una caja de municiones. Tras la entrega, sostuvo, el integrante de la familia Antihuen Santi se retiró rápidamente.

Pero la declaración no quedaría ahí, ya que el “testigo reservado 8″ también le señaló al OS-9 de Carabineros que esa misma noche, cerca de la 1 de la madrugada, Nicolás Rivas “ya sabía que mataron a los carabineros; de hecho, a esa hora ni la prensa sabía, porque me fijé en el teléfono”, por lo que destaca “no sé cómo se enteró Nicolás”.

Después de que el asesinato de los tres funcionarios de Carabineros quedó al descubierto, y que la prensa comenzó a reportar la muerte e incineración de Sergio Arévalo, Misael Vidal) y Carlos Cisterna, el testigo reservado destacó que Rivas “se reía de aquello”. Quienes conocen de esta actitud, dicen que esto da cuenta de que no tuvo una gota de arrepentimiento.

Finalmente, quien entregó su testimonio de manera reservada a la investigación porque “teme por su vida”, también dio cuenta de una serie de antecedentes de cómo actuaban los Antihuen y el propio Rivas en la zona, destacando que estos no trabajan y que “se dedican a robar autos y también animales”, pero “nada más”.

El rol de Rivas

Este martes comenzó la audiencia de formalización en contra de los tres imputados por el crimen de los funcionarios de Carabineros, entre los que se encuentra el propio Rivas. La entrega de un arma para cometer el crimen es el rol que habría tenido el hombre de 29 años en el asesinato.

El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, afirmó que “sin perjuicio de que él (Rivas) no esté presente en el sitio del suceso, su participación nos parece fundamental y también creo que está demostrada”. En ese sentido, el persecutor destacó que él “es la persona que provee armamento a los hermanos Antihuen para participar en las acciones de violencia, no solamente en este caso, sino que también en otros”.

“La existencia de esta escopeta, la coincidencia balística entre lo que se encuentra en su domicilio y en el sitio del suceso número 2, también demuestra que el armamento que él proporciona es el que se utiliza para matar a los funcionarios de Carabineros, y por lo tanto nos parece relevante y además que esto implica participación punible en el proceso”, agregó Garrido.

Por otro lado, y consultado por la prensa respecto a las razones para no formalizar al padre de Rivas, el fiscal regional de La Araucanía, quien lideró los tres meses de investigación, explicó que los antecedentes hasta ahora han permitido dilucidar que la relación en el delito es entre Nicolás Rivas y los hermanos Antihuen.

Desde las 14.30 horas, en el Juzgado de Garantía de Cañete se realizó ayer la audiencia de formalización en contra de los tres imputados detenidos. Eso, mientras Carabineros continúa con un amplio operativo para dilucidar la mayor duda en este caso hasta ahora: ¿Dónde está Tomás Antihuen?

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