La general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, enfatizó las preocupaciones sobre la estabilidad democrática en Venezuela, con un fuerte señalamiento hacia el régimen chavista de Nicolás Maduro tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.
“La democracia y sus valores fundamentales permanecen bajo ataque globalmente, y no tenemos que mirar más allá de Venezuela, donde Nicolás Maduro sigue socavando la voluntad democrática del pueblo venezolano”, declaró Richardson este miércoles durante la Conferencia Sudamericana de Defensa en Chile. “Las democracias trabajan con el tiempo para ofrecerse a sus pueblos”, añadió.
Y lamentó cómo la crisis venezolana ha generado una migración masiva de millones de personas, que ha afectado a múltiples países de Centroamérica y Sudamérica.
Richardson sostiene que el conflicto en Venezuela debe encontrar una solución democrática y no militar tras las recientes elecciones. En una entrevista con EFE el pasado 6 de agosto, expuso la importancia de la transparencia en la publicación de los resultados electorales para reflejar la voluntad popular.
La general al mando del Comando Sur desde 2021 supervisa planes de contingencia y operaciones de cooperación en seguridad para 31 países de América Latina y el Caribe. Advirtió que el aumento de la violencia y la inestabilidad en Venezuela produjo una creciente crisis humanitaria en la región y consideró que la mayoría de los migrantes preferiría permanecer en su país si existieran condiciones adecuadas, abogando por estrategias que garanticen estabilidad.
Estados Unidos, Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay rechazaron la semana pasada la decisión de la justicia de Venezuela de convalidar la victoria electoral de Nicolás Maduro y reiteraron, en un comunicado conjunto, que “solo una auditoría imparcial e independiente de los votos, que evalúe todas las actas, permitirá garantizar el respeto a la voluntad popular soberana y la democracia en Venezuela”.
“Rechazamos categóricamente el anuncio del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que indicó haber concluido una supuesta verificación de los resultados del proceso electoral del 28 de julio, emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), y que pretende convalidar los resultados sin sustento emitidos por el órgano electoral”, expresaron los once países.
El Departamento de Estado de EEUU, en tanto, manifestó que “ahora es el momento” de que las partes “inicien conversaciones sobre una transición respetuosa y pacífica” en Venezuela. “Los continuos intentos de reclamar fraudulentamente la victoria de Maduro sólo exacerbarán la crisis actual”, añadió en otro comunicado.
El TSJ convalidó el jueves 22 de agosto la reelección de Maduro, que tildó la resolución de “contundente” en medio de denuncias de fraude y “judicialización” electoral de la oposición venezolana.
Maduro pidió al máximo tribunal “certificar” el resultado de las elecciones del 28 de julio, en las que el CNE lo proclamó vencedor con 52% de los votos. La oposición venezolana asegura haber ganado los comicios y acusa tanto al TSJ como al CNE de servir al chavismo.
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