La retirada de Joe Biden y la entrada de Kamala Harris a la carrera presidencial estadounidense parecen haber sido los dos peores escenarios de Donald Trump, que aún semanas después del cambio, no logra encontrar una manera efectiva de atacar a su oponente. Las encuestas no están del lado del candidato republicano, y la actual vicepresidenta no para de subir en las intenciones de voto. Para peor, la diferencia entre los votantes hombres y mujeres se está estirando, y cada vez más estas últimas le dan la espalda al exmandatario.
En la última semana, el expresidente se vio en medio de la polémica luego de compartir posteos considerados “vulgares” en su red social, “Truth”, sugiriendo que la nominada demócrata habría alcanzado su lugar en la política gracias a favores sexuales. El texto, que compartió Trump, mostraba una foto de Harris e Hillary Clinton, junto al comentario: “Curioso como las mamadas impactaron ambas carreras de manera tan distinta”.
El comentario hace referencia, por un lado, al “affaire” de Monica Lewinsky en los años 1990, que involucró a la becaria de la Casa Blanca y al expresidente Bill Clinton. Por otro, sería una referencia a la relación que tuvieron en los 90 el exalcalde de San Francisco Willie Brown y Kamala Harris. El equipo de campaña de la candidata demócrata no ha dado valor a los comentarios de Trump con una respuesta, pero la subida de tono del expresidente ya inquieta a sus propios colaboradores.
No es la primera vez que Trump hace ataques en ese registro contra Harris. Ya el 18 de agosto, el expresidente compartió un video de una página de memes de derecha, en el que junto a una canción de Alanis Morissette con la letra “ella pasó toda su vida arrodillada”, aparecía una imagen de Willie Brown tras una foto de la vicepresidenta y su esposo, Douglas Emhoff.
En discursos, publicaciones en redes sociales y entrevistas, Trump se ha referido a Harris como “una loca”, “comunista”, “tonta como una piedra”, “una auténtica basura”, “una vagabunda” y, empleando una frase que aplica casi exclusivamente a las mujeres, “sucia”.
Al respecto, el New York Times escribió: “Durante todas sus décadas bajo el ojo público, el expresidente Donald J. Trump tiene un historial establecido de hacer comentarios degradantes y racistas atacando a mujeres, personas de color y más o menos cualquiera que se cruce en su camino”.
El rostro ancla de CNN, Anderson Cooper, dedicó un comentario en su programa de televisión, indicando que Trump había llevado la campaña a “otro nivel”: “Es el candidato republicano para presidente, y el presidente número 45 de Estados Unidos, refiriéndose a dos mujeres que, no importe lo que pienses de sus posiciones políticas, son algunas de las mujeres que más cosas han logrado en la política norteamericana”.
De momento, más allá del silencio demócrata frente a estos comentarios misóginos, hay irritación entre algunos estrategas de la campaña republicana, que ya le han advertido a Trump que evite atacar a Harris personalmente, recomendándole, en cambio, concentrarse en temas como la economía, la inflación y la migración.
Jason Roe, un exejecutivo del Partido Republicano en Michigan, contó al Washington Post: “Creo que hay gente increíblemente frustrada. Harris ha dado oportunidades a la campaña de Trump para hablar de temas que les importan a los votantes en estados bisagra. Y, en vez de hacer eso, está insistiendo en ese sinsentido”.
Por su parte, un republicano de un grupo anti-Trump, Stuart Stevens, llegó a hacer predicciones asegurando que el enfoque del expresidente terminará alienando a votantes más moderados, permitiendo así a Harris ganar de manera holgada. “Ha habido bastantes discusiones, algo así como una verdad universal, de que está elección será reñida”, indicó a CNN.
“Opino distinto. Creo que será una carrera cerrada hasta el 20 de octubre, y de ahí será como Carter vs Reagan en 1980, donde la campaña de Trump empezará a hundirse. Y creo que es una carrera que los demócratas ganarán por más de lo que Biden ganó”, aseguró Stevens.
Las encuestas más recientes dan ventajas muy apretadas a Harris por sobre Trump, con un promedio de 48% a 46%. En el último sondeo de Outward Intelligence, la actual vicepresidenta obtuvo 52,6% de intención de voto a nivel nacional frente al 47,4% del expresidente republicano.
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