El dólar cerró sus operaciones más líquidas con una leve alza culminando la semana en los $900, tras caer ayer bajo este umbral por primera vez en cuatro meses.

En concreto, el billete verde anotó uno tímido incremento de $2,2 este viernes, quedando en puntas de $900,2 vendedor y $899,9 comprador.

Con esto, acumuló un potente retroceso semanal de $29,7 (considerando el cierre del martes debido a los feriados por Fiestas Patrias) en días marcados por el rally alcista del cobre que alcanzó máximos de US$4,5 la libra producto de las robustas medidas que se han anunciado en China para reactivar su economía.

Rafael Weber, analista de estudios de Capitaria, comentó que «el precio de los futuros del cobre mostró una importante alza durante esta semana llegando a niveles por sobre los US$4,6 la libra gracia a distintos estímulos desde China que resultan alcistas para el precio del metal rojo».

«El dólar a nivel global repunta desde los mínimos de día a la espera de importantes datos económicos que conoceremos la próxima semana desde la mayor económica del mundo que podrían aportar mayor volatilidad», agregó.

Con todo, enfatizó que la próxima semana «tendremos diversos comentarios por miembros de la Fed y los datos oficiales de empleo que podrían dar mayores fundamentos bajistas para el billete verde en nuestro país».

En tanto, Felipe Sepúlveda, analista jefe de Admirals sostuvo que «uno de los principales eventos de la mañana fue la publicación del Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal (PCE) en Estados Unidos, el cual mostró una desaceleración en la inflación, bajando al 2,2% anualizado».

Según explicó, este indicador, que es uno de los preferidos por la Fed para medir la inflación, «podría generar mayor confianza en los mercados de que la Fed continúe con una política de recortes en las tasas de interés».

«Como resultado, el dólar ha perdido fuerza frente a otras divisas, presionando a la baja su cotización frente al peso chileno», añadió.

Para Sepúlveda, «la interacción entre estos eventos genera un entorno de volatilidad para la moneda chilena, y será crucial seguir de cerca los desarrollos económicos internacionales para evaluar su impacto futuro».

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