Amás de dos años de la tragedia, este miércoles el 4° Tribunal Oral de lo Penal de Santiago condenó al pistolero que asesinó a Francisca Sandoval, periodista que cubría la marcha del Día del Trabajador, el 1 de mayo de 2022.
Marcelo Enrique Naranjo Naranjo (42), alias “el Pestaña”, fue declarado culpable de los delitos de homicidio simple, porte ilegal de arma de fuego y disparos injustificados.
La Fiscalía Centro Norte pide una pena de 30 años de cárcel, lo que deberá ser determinado por el tribunal y comunicado en la lectura de sentencia, fijada para el lunes 28 de octubre, a las 13:30 horas.
El crimen de Francisca Sandoval
Francisca Ignacia Sandoval Astudillo tenía 29 años y aquel 1° de Mayo cubría la marcha convocada por la Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras, para el canal Señal 3 de La Victoria.
Cuando la marcha llegó al sector de Barrio Meiggs, Naranjo y otros sujetos que arrendaban ilegalmente espacios públicos a comerciantes irregulares, los famosos “toldos azules”, se enfrentaron violentamente a los manifestantes.
En un momento de gran tensión, los sujetos sacaron armas y abrieron fuego, dejando a dos mujeres y un hombre heridos.
Francisca recibió un disparo en la cabeza cuando grababa desde el bandejón central y falleció 11 días después en la ExPosta Central, desatando enorme conmoción a nivel en el país.
Quién era Francisca Sandoval
En 2011, Francisca ingresó a estudiar psicología en la extinta Universidad Arcis, luego de pasar por varios colegios en La Reina, Providencia, San Miguel y El Bosque.
“Siempre fue bien activista, iba a todas las marchas de la Arcis cuando podía. Tenía una conciencia social brutal: era muy profunda. Hacía unos análisis muy duros de la sociedad”, confidenció una excompañera de Francisca a La Tercera.
En 2012 sufrió un episodio que la marcaría. En una protesta contra la Ley de Pesca, fue atropellada por un motorista de Carabineros. Quedó incosciente y tuvo que ser atendida de urgencia. Ese efectivo habría arrollado a otras dos personas y terminó condenado a 41 días de presidio, que cumplió en libertad.
Tras ese incidente y durante el segundo año de carrera, decidió tomar otro camino: el reporteo en la calle. “Entendió que el periodismo era una herramienta profundamente potente, que te permitía estar ahí. Pero pensábamos antes que, para estar ahí, había que estar expuesto al cubrir”, recordó un profesor que conoció a Francisca en la Arcis.
Fue así como llegó a Señal 3 de La Victoria y en ese andar se convirtió en madre de la pequeña Sofía. Su hija tenía 5 años al momento del brutal crimen.
“Ella fue madre, luchadora, valiente y fuerte. La recordaría de esa forma y, sobre todo, con mucho amor. Porque ella entregaba mucho amor”, recordó otra de sus excompañeras.
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