“Estuve en el departamento un lapso corto, luego bajé al primer piso a revisar unos mensajes en el celular, luego volví a subir al dormitorio y ella ya estaba durmiendo”.
De esta manera, el exfutbolista Jorge Valdivia dio inicio a su declaración tras ser detenido por el presunto delito de violación.
En su relato, el “Mago” rememoró lo sucedido la noche del domingo, cuando se trasladó al departamento de una joven tatuadora con la que había ido a un restaurante peruano.
“Me debo haber retirado del departamento alrededor de las 00:30 horas, ya que a las 01:00 de la madrugada yo ya estaba en mi casa revisando unos mensajes que me llegaron a esa hora”, agregó, de acuerdo al documento revelado por Contigo en la mañana.
Luego, detalló que “cuando salí del edificio, le pedí al conserje que me abriera el portón y me fui manejando a mi casa que queda más o menos cerca”.
Hablaron al día siguiente
“El día lunes en la mañana recibí unos mensajes de ella y no le pude contestar en el minuto, pero después la llamé por teléfono y me preguntó que es lo que había pasado, me dijo que no se acordaba y que le dolía la cabeza”, aseguró Valdivia.
“En una segunda oportunidad que hablamos por teléfono, ella me habló del expololo que nos había visto desde afuera del edificio, ya que como vive en un primer piso, en un dúplex, ella me dijo que se veía desde afuera”, complementó.
De paso, Valdivia reconoció que “le pregunté cómo sabía ella que la había visto. Me dijo que le había contado ella a su ex que yo me iba a hacer un tatuaje. Me dijo que el pololo nos había visto agarrar en el primer piso, lo que me pareció raro, ya que yo no voy a vigilar a mi ex”.
“Quiero señalar que mientras estuvimos en el departamento, no la vi consumir nada, yo tampoco consumí nada, por lo menos no consumió nada delante de mí. Todo fue muy rápido en su casa”, continuó.
Sólo de tatuajes, hasta el supuesto “coqueteo”
Asimismo, dio a conocer que “mientras vi a esta persona tuvimos una interacción coqueta entre el sábado y el domingo y terminó con la invitación de ella al restaurante. Antes, habíamos hablado sólo de los tatuajes”.
“También tuvimos mensajes el lunes, donde ella cuando me dijo que no se acordaba, también se reía de la situación y le dije que si no se acordaba podíamos repetirlo. Mientras estuvimos en el departamento, ella estaba consciente de la interacción sexual, ella nunca estuvo forzada, nunca me empujó o me dijo que parara”, siguió.
Finalmente, Jorge Valdivia dijo que “hasta el momento que nos juntamos el domingo en el restaurante, yo la conocía por (nombre X). Ahí ella me dijo que su nombre era (otro)”.
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