Triunfos, derrotas y sorpresas hubo para casi todos los sectores políticos tras la doble jornada electoral de este fin de semana, con voto obligatorio y el caso Monsalve sobrevolando los análisis políticos de los días previos. Sin embargo -y no necesariamente influido por la denuncia de violación contra el exsubsecretario- el sabor en el oficialismo es menos dulce que el de la oposición.
Es cierto. Nadie podría declararse ganador tras las elecciones, pero sí existía una contienda clave, la «madre de todas las batallas», el símbolo que incluso podría proyectar las sensación de triunfo: la comuna de Santiago. Y ahí ganó el candidato de Chile Vamos, Mario Desbordes (RN), derrotando a la oficialista Irací Hassler del PC. Y eso marcó el relato de algunos partidos políticos.
De hecho, Evelyn Matthei -para muchos la candidata a La Moneda del sector- celebró primero con Jaime Bellolio en su comuna de Providencia, para luego ir a Santiago a celebrar con Desbordes en medio de gritos de «Matthei Presidenta».
En contrapartida, hubo un discurso rimbombante de Tomás Vodanovic, ganador con holgura en Maipú, quien sacó estatura presidencial; y un discurso que sonó más bien de alivio de Macarena Ripamonti quien se impuso sin mayores inconvenientes a Iván Poduje en Viña del Mar.
Cerca de la medianoche, el Presidente Gabriel Boric salió a dar unas palabras junto a su comité político. ¿Por qué la demora? Se esperó la llegada de algunos de los candidatos, ganadores y perdedores, para una foto. «Quiero destacar la fuerza del progresismo en esta elección (…) esta elección tiene de dulce de agraz para todos los sectores. Los pronósticos catastrofistas no se han cumplido», argumentó Boric.
La lectura entre los partidos oficialistas, reunidos en La Moneda para seguir los resultados, señalaron que éstos no eran tan malos como “los que quería proyectar la oposición” antes de los comicios, subrayando el triunfo en primera vuelta de cuatro gobernadores. Aún así, lo cierto es que si existió una sensación de «empate», ésta se diluyó con la derrota de Emilia Ríos a manos de Sebastián Sichel por menos de un 1% en Ñuñoa, bastión del Frente Amplio, que se confirmó cerca de las 23 horas. Las lágrimas de Ríos y la cara de derrota de la diputada Emilia Schneider (FA) fueron elocuentes.
Pero en las postrimerías del día se confirmó otra de las sorpresas de la noche: Marcela Cubillos, la candidata independiente que representaba a Chile Vamos y a republicanos, reconoció su derrota ante Catalina San Martín, concejala ex Evópoli. ¿Influyó la polémica por el alto sueldo que recibía en la USS? “Yo no le quiero quitar ni un solo mérito al triunfo de Catalina San Martín. Por lo tanto, no corresponde hacer esos análisis. Ella ganó y ganó bien (…) Más que hablar de causas de una derrota, quiero simplemente felicitarla a ella (San Martín) por su triunfo (…) He estado en distintas elecciones, esta vez perdí y lo que corresponde es reconocerlo así», comentó Cubillos al ser consultada al respecto.
Algo más lento que lo habitual, debido a la gran cantidad de votos, el Servel fue actualizando los resultados. La tensión tras el cierre de los conteos estuvo en la Gobernación Regional. ¿Ganaba o no en primera vuelta Claudio Orrego? Finalmente no fue así y habrá balotaje entre Orrego y Francisco Orrego de RN, pero a medida que el conteo de los vocales se distribuía entre los dos Orregos, quedaban claras las tendencias de algunas comunas de la RM.
Claudio Orrego ganó en Puente Alto, antecedente que reveló una de las grandes sorpresas de la noche: después de 24 años en manos de RN, Puente Alto pasará a Matías Toledo, un independiente de 35 años de izquierda no oficialista.
El desastroso resultado de las anteriores municipales y regionales de la derecha invitaba al optimismo del sector, refrendado por los analistas: sumarían sí o sí más alcaldes y un mayor caudal de votos que antes, pero ¿cuánto?, ¿qué sería un triunfo real y no pírrico?
Más allá de los análisis, los fríos números señalan lo siguiente: Chile Vamos obtuvo el triunfo en 123 comunas, aumentó en 36 sus reductos; Contigo Chile Mejor (pacto oficialista) 110 y perdió 40. Los republicanos que no tenían alcaldías, ganaron 8. Lo mismo que el Partido Social Cristiano, de nada pasaron a dirigir una importante capital regional: Concepción. Los independientes se transformaron en la «tercera fuerza» comunal: los «sin partidos» comandarán 101 municipios.
Mención aparte es lo ocurrido con republicanos: no ganaron ninguna capital regional, pese a que aspiraban a la de Valparaíso y Concepción, y obtuvieron ocho municipios, todos con población acotada: General Lagos, Parral, Pinto, Mulchén, Purranque y Puqueldón, entre otros.
Sabido es que en los últimos años hemos tenido que votar en ocho procesos electorales, incluyendo segundas vueltas, y casi todos han tenido un tufillo inédito, particular. El que culminó hoy fue el primero municipal y regional con voto obligatorio. Por lo mismo se gestionó para hacerlo en dos días y se rebajó la multa. La participación fue alta, pero el 18,8% de votos nulos y blanco en la elección de gobernador es una alerta.
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