El ex presidente boliviano Evo Morales reiteró sus dichos sobre los riesgos de su posible detención en el marco del caso en el que se lo acusa de estupro y tráfico de personas, y advirtió que -de ocurrir- sus seguidores realizarán un “levantamiento” y las Fuerzas Armadas “se amotinarán”.

“Yo tal vez puedo exagerar pero puedo asegurar que hay un levantamiento, tengo audios que me llegan de militares y policías, militares que me dicen, por una parte, ‘nos estamos amotinando, no vamos a seguir’, porque están cambiando al mando rápidamente”, dijo Morales al tiempo que aseguró que los movimientos indígenas y los campesinos evistas organizarán su propia “rebelión contra la traición de Lucho (Arce)”.

En ese sentido, el político -que lleva 17 días atrincherado en la región de Cochabamba, su bastión sindical- se refirió a la iniciativa de sus simpatizantes de bloquear los principales caminos del país al conocerse la posibilidad de que se dé curso a una orden de aprehensión y señaló que esto puede ser solo el comienzo. Inclusive, se refirió a los intentos del oficialismo de intervenir estas protestas con las fuerzas de seguridad y sumó que “ojalá no lo hagan, ojalá no haya un muerto en alguna región del país o (los evistas) van a tomar los cuarteles”.

Morales también se refirió al incidente del pasado domingo y acusó al Gobierno de intentar asesinarlo por medio de “agentes del Estado” que dispararon “14 veces” contra el vehículo en el que viajaba. “Usaron fusiles SA80 en mi contra, son fusiles usados por francotiradores que no tiene la Policía. Me iban a implantar drogas y decir que fue un ajuste de cuentas”, dijo el cocalero sobre esta fallida “emboscada”.

Sus dichos, sin embargo, contradicen la versión oficial que sostiene que el político “escapó” de un control rutinario antidrogas en una ruta en el Trópico de Cochabamba y, posteriormente, “disparó” a varios agentes de la Policía.

Morales, sin embargo, descartó huir del país a raíz de este hecho -tal como hizo en 2019, cuando fue acusado de fraude- y, por el contrario, aseguró que “me voy a quedar acá, voy a luchar con mi pueblo para salvar Bolivia”.

Las declaraciones del cocalero se dan a más de dos semanas del inicio de los bloqueos en las principales rutas del país, que ya le han costado a diversos sectores pérdidas de más de USD 1.300 millones y han dejado al menos 13 policías heridos y varios periodistas retenidos.

El Gobierno, atendiendo a los pedidos de los comerciantes, dio inicio a una serie de maniobras con las que apunta a liberar los caminos. Si bien en algunas zonas los operativos han concluido exitosamente y sin inconvenientes, en otros, los manifestantes se resistieron a poner fin a la medida de fuerza, desencadenándose violentos enfrentamientos con los oficiales.

A la par, mientras el clima en las rutas es cada vez más delicado, la situación judicial de Morales también se ve más comprometida con el correr de los días. Este miércoles, la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, aseguró tener ya “pruebas materiales” en contra del político en el caso en el que se lo investiga por tener una relación con una menor de edad y que, casualmente, desató esta ola de protestas.

“En los cuatro cuerpos que tiene (el cuaderno) de la investigación están los indicios y las pruebas materiales. Entonces, con todo esto podemos descartar que esto sea una persecución política”, dijo la funcionaria, que aprovechó para denunciar, nuevamente, que el sector evista sigue intentando “obstaculizar” su proceso.

“Ya hemos perdido el número de acciones de libertad y excepciones que han presentado”, alegando una supuesta “acción procesal defectuosa” que vulnera los derechos humanos del ex mandatario, apuntó.

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