Hace algunos días al interior del PS se había conversado la necesidad de comenzar a acelerar las gestiones para una postulación de la ex Presidenta Michelle Bachelet como secretaria general de la ONU.
Los complejos resultados en la municipal para el oficialismo y la posibilidad de que Kamala Harris llegara a la presidencia de EE.UU., alentaban esa decisión. El panorama, sin embargo, cambió radicalmente el miércoles, cuando se confirmó que el nuevo Presidente de Estados Unidos era Donald Trump.
La candidatura de Bachelet a la ONU también había sido impulsada por el propio Presidente Gabriel Boric, en septiembre pasado, en el marco de su participación en la 79°Asamblea General de Naciones Unidas. «Para estos desafíos y tantos más, no me cabe duda que es el posible liderazgo de una mujer, como señala el Acuerdo de la Convención del Futuro que suscribimos hoy en la mañana, que provenga de nuestra América grande, según el criterio de rotación territorial de la ONU, el que podrá encabezar este proceso siguiendo la senda reformista de António Guterres», dijo el Mandatario.
En medio del entusiasmo por la posibilidad de tener como aliada a la primera mujer presidenta de Estados Unidos, esa idea fue refrendada la misma semana por la embajadora en Naciones Unidas y ex ministra de Bachelet, Paula Narváez. “América Latina tiene una larga trayectoria en la lucha por los derechos de las mujeres, y entre los posibles nombres para este rol, el de la ex Presidenta Bachelet ha sido mencionado por su destacada trayectoria”, dijo Narvaéz.
El pesimismo en el PS
En el PS niegan haber conversado directamente el tema con la ex Presidenta, sin embargo algunos dirigentes se habrían puesto en contacto con ella tras la elección de Trump.
En el partido aseguran que no hay ninguna decisión tomada, pero que sin embargo la elección del republicano puso un manto de duda y pesimismo a la opción de Bachelet.
En el entorno de la ex Mandataria aseguran que si bien el cargo en la ONU le seduce más que una nueva candidatura presidencial, la ex Presidenta también está consciente de que se trata de una tarea compleja, con poca capacidad de decisión y sometida a las grandes potencias.
Por eso el panorama era más positivo tanto para su postulación, como en el caso de salir electa si Harris ganaba la presidencial. La candidata demócrata es conocida por sus posiciones progresista y en favor del trabajo internacional y de Naciones Unidas.
Con la llegada del líder republicano, por otro lado, la idea de dirigir la ONU perdería atractivo para la ex Mandataria. Los expertos internacionales coinciden en que la posición del organismo queda debilitada y en el PS creen que la ex Mandataria puede quedar en una situación incómoda si es atacada por Trump.
En la actual administración de Naciones Unidas también están conscientes del desafío que significa la llegada del republicano a la Casa Blanca. Tras su elección, el actual secretario general de la ONU, Antonio Guterres, emitió un escueto comunicado en el que señalo: «Naciones Unidas está lista para trabajar de manera constructiva con la próxima Administración (norteamericana) para hacer frente a los dramáticos desafíos a los que se enfrenta el mundo».
El camino cuesta arriba de Bachelet
Con la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos, fuentes del círculo diplomático aseguran que uno de los primeros temas que deberá resolverse es si se consolida la idea de que el próximo secretario general debe surgir de Latinoamérica.
Para esto será clave, explican, ver su acercamiento a las relaciones internacionales y el perfil que tendrá su secretario de Estado. Si esa postura se mantiene, la postulación de la ex Presidenta tendrá todavía que sortear un difícil camino.
Primero, asegura un ex embajador ante la OEA, porque Trump tiene una mala mirada de la agenda progresista y la opción de que un candidato social demócrata llegue al órgano es bastante menos posible de la que había en el caso de los mandatos de Obama y Biden.
Además de la complejidad de que Trump apoye una opción de otra sensibilidad política, en los círculos diplomáticos internacionales aseguran que en Estados Unidos no quedaron conformes con la gestión de la ex Presidenta como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, donde habrían esperado que emitiera un informe respecto a China más duro y no en la última fase de su periodo.
Incluso, en 2019, la revista Foreign Policy publicó un artículo en que aseguró que Trump intentó evitar que Bachelet asumiera como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
En China, en tanto, otro de los países del Consejo de Seguridad y con derecho a veto, fueron críticos del informe emitido por la ex Presidenta, aunque los expertos destacan que en general se trata de un país más pragmático en estos temas.
Con todo, en los círculos diplomáticos aseguran que la opción de Bachelet no está perdida, pero que el gobierno se ve obligado a apurar las gestiones y negociaciones para conseguir el apoyo de los países del Consejo de Seguridad.
El primer obstáculo de Chile y de la ex Mandataria será ganar el apoyo de al menos los miembros permanentes de esta instancia, que además tienen poder de veto: China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos.
Por otro lado, la opción de la principal competidora de Bachelet tampoco queda en buen pie tras la elección de Trump. Se trata de la ex canciller de México, Alicia Bárcena. Bárcena tampoco sería del gusto de Estados Unidos, donde tienen una mirada crítica de su cercanía con el régimen cubano.
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