Michelle Bachelet participó en el diálogo titulado “Riesgos y retos de la democracia” que fue organizado por el Centro de Estudios para la Gestión.

Después de recibir una gran ovación de los asistentes, entre los que había numerosos estudiantes, la ex presidenta abordó el tema del “avanzar globalmente de la ultraderecha”.

En este contexto, al comenzar su discurso, la ex alta comisionada de la ONU indicó que “en nuestra región, al igual que en nuestro país, la percepción histórica era que la democracia se extinguía debido a golpes de Estado, y lo que hemos observado recientemente es que eso ya no es necesario”.

En este sentido, Bachelet aclaró su opinión, señalando que a pesar de que hay líderes elegidos democráticamente, “la democracia se ve comprometida, porque una vez que acceden al poder, hacen todo lo posible para socavar y debilitar las instituciones democráticas”.

“Lo evidenciamos en Brasil, Argentina y El Salvador, donde no solo se producen cambios institucionales, sino también ideológicos, al desmantelar una perspectiva que representaba un progreso social, en términos de cómo implementar políticas públicas que pudieran incluir esa visión de género y tomar en cuenta tanto a mujeres como a hombres en la ejecución de las iniciativas”, ejemplificó.

Sistema político

La antes mandataria no se quedó fuera de la conversación sobre el sistema político, tema que ha sido muy abordado por la clase política debido al reciente ingreso de una reforma.

Sobre el tema, Bachelet señaló que “muchas veces hoy día son electos candidatos por partido, deciden irse del partido y siguen ahí sin alinearse a nada, haciendo lo que ellos quieren y no representan a nadie al final, porque alguien votó por ellos. Entonces quedan ahí y la verdad que eso genera poca capacidad de buscar acuerdos, de llegar a alianzas, porque muchas personas terminan siendo ellas mismas y no responsables por un conjunto de personas que creyeron, que confiaron en él y en lo que supuestamente su organización representaba”.

“Pero más allá de eso, yo siento que estamos en un proceso de polarización excesiva. Yo he dicho otras veces, espero que nadie se ofenda aquí, que yo encuentro que la política está tóxica, o sea, porque está polarizado, porque se usa, insulta, no hay respeto con los demás, porque se usan elementos personales en temas que debieran ser políticos y pensando en el país”, agregó.

“Yo siento que aquí hay que hacer un llamado al mundo de la política, de que lo que necesitamos son liderazgos empáticos, no necesariamente liderazgos femeninos, sino que empáticos, es decir, que sean capaces de ponerse en los zapatos de la otra persona, de entender el dolor”, cerró.

“La ultraderecha hace cuestiones mucho mejor”

La expresidenta utilizó el conversatorio para realizar una autocrítica -y al mismo tiempo un llamado- a su sector.

“Ahora yo quiero decir que la ultraderecha hace cuestiones mucho mejor que nosotros. Ellos están en redes sociales, en TikTok”, reflexionó.

En esa línea, contó: “El otra día un amigo me decía, ‘oye mi sobrina es fanática de ti, pero le encanta el TikTok de (José Antonio) Kast, lo ve siempre’”.

“Yo como soy un dinosaurio tecnológico, no veo ningún TikTok, así que no tengo ningún problema, pero sé que es muy importante”, dijo y agregó: “lo que sucede es que las redes sociales tienen un lenguaje cortito, de inmediatez, que hace una dificultad, porque la dificultad, sobre todo para nosotros que queremos siempre razonar, explicar, argumentar, no son como los tiempos de ciertas plataformas. Entonces es muy bueno, es muy fácil para los populistas vender sus ideas ahí, porque son ideas cortitas, simples”.

“Yo creo que el mundo del progresismo usa poco esas claves, pero por sobre todo tiene que mirar y revisar y repensar en cuál va a ser la propuesta, la narrativa, el relato para las personas, porque las personas han cambiado fuertemente la sociedad chilena”, señaló.

En ese sentido, hizo un llamado a su sector: “Yo creo que desde el progresismo tenemos la obligación de repensar de qué manera podemos, guardando nuestro respeto a los derechos humanos, respeto al Estado de Derecho, pero a la vez hacernos cargo y tratar de buscar soluciones que sean efectivas, no sólo soluciones moralmente correctas, sino que puedan ser efectivas, que de verdad le mejoremos la vida a nuestros compatriotas”.

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