El temblor trajo a la memoria lamentables recuerdos. A las 20.38 de este viernes, un sismo de magnitud 6,3 se registró a 52 kilómetros al sudeste de Curicó, en la Región del Maule, de acuerdo al Centro Sismológico Nacional (CSN) de la Universidad de Chile. El movimiento ocurrió a unos 114 kilómetros de profundidad, lo que significa que el sismo ocurrió al interior de la placa de Nazca.
Según Senapred, el sismo fue percibido entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía, mientras que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) descartó la posibilidad de un tsunami. Sin embargo, las características de este movimiento hizo que las personas recordaran los terremotos más importantes del último tiempo: el de 1985 y el de 2010. Aunque sus características respondieron a otros terremotos, como el de La Serena en 2017 y el de Chillán de 1939. Si bien este último no es el más intenso, sí es el que más víctimas fatales dejó a su paso.
¿Antesala de un nuevo terremoto? Las razones de por qué el temblor de este viernes se sintió tan fuerte
Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica y académico de la Universidad San Sebastián, detalla que para esta ocasión hay que entender este temblor ocurrió de manera intraplaca, que ocurre justamente al interior de la placa de Nazca. “Lo que conocemos como la placa oceánica, entra, digamos, al interior de nuestro territorio y, digamos, muy cercano a la cordillera, finalmente rompe a profundidad”, comenta.
¿Cuál es la particularidad de los intraplacas? Salucci explica que al ser dentro del continente, estas rupturas ocurren muy cerca de las ciudades, “Y eso aumenta la percepción de sismos que genera mayor intensidad. Porque estamos teniendo el sismo prácticamente debajo de nosotros, a diferencias de los interplaca, que ocurren en una zona costera, más alejados de los grandes centros urbanos.
De hecho, los sismos intraplacas no suelen ser muy largos, agrega Salucci. “Pero suelen ser bastante rápidos. El sismo del viernes fueron dos golpes muy secos y de ahí comenzaron a ver algunos desprendimientos de cornizas, y eso porque fueron dos movimientos horizontales muy bruscos”.
Además, el académico añade que es importante considerar la profundidad de estos eventos, porque de haber sido menos profundo se habría sentido aún más fuerte de lo que se percibió la tarde del viernes.
Asimismo Sergio Barrientos, director del CSN de la U. de Chile, comentó que en Santiago y en la mayor parte de las zonas donde se percibió el temblor se desarrollaron dos tipos de onda, principalmente: las ondas P, que viajan más rápido y que son de menor amplitud, así que se siente menos, y luego unos 8 o 10 segundos más tarde viene las onda S, que es la que tiene mayor movimiento, con una amplitud un poco mayor, lo que hace que se sienta más fuerte el movimiento.
Por este motivo, según agregó, es menos probable que se registren réplicas del sismo.
Eso sí, no es el único temblor que se percibió en el país durante esta jornada. De hecho, durante el sábado se registró un sismo a las 09.54 horas de magnitud 5.1, a 81 km al sureste de Ollagüe. El movimiento fue registrado a una profundidad de 209 km.
“Sobre estos temblores que ocurren a más de 100 kilómetros de profundidad nos hemos dado cuenta, excepto de aquellos que ocurren en la zona norte, que vienen con muy pocas réplicas”, por lo que, sostuvo Barrientos, “lo más probable es que sea un sismo independiente, pero no lo puedo asegurar”.
Eso sí, ¿qué cosas deberíamos tener presente para saber si estos sismos puedan pregonar la llegada de uno más grande? Según Salucci, para que tengamos algo de qué preocuparnos tienen que ocurrir varios sismos, en la misma zona y en un periodo corto de tiempo, en donde ninguno supere al otro en cuanto a magnitud. “Ahí podemos hablar ya de un elemento donde nos podemos preocupar”.
Ahora, también cabe recordar que un enjambre en términos generales no necesariamente va a ser señal de algo más grande. “Hay otros reportes que no han tenido enjambre. O han habido muchos enjambres, pero no pasa nada. Como siempre, esto es siempre evento a evento. Por eso es importante estar preparado”, concluye el académico.
/Escrito por Francisca Corvalán para Que Pasa
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