El 4 de diciembre pasado, el Presidente Gabriel Boric anunció a través de su cuenta de Instagram que está esperando un hijo junto a su pareja, la química ambiental de la Universidad de Chile y funcionaria del ministerio del Medio Ambiente, Paula Carrasco.
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Si bien no es la primera vez en la historia de Chile que un Presidente es padre durante su mandato, el anuncio se sumó al de otras dos figuras clave del oficialismo: la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, y la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola.
Más allá de ser un evento de carácter personal o familiar, que tres liderazgos importantes del sector se encuentren en esta situación tiene también efectos políticos y ha forzado al oficialismo a hacer ajustes al interior del Gobierno y en el Congreso, ante el inminente prenatal de Vallejo y Cariola.
Popularidad del Presidente en el momento más complejo
La llegada de un hijo, coinciden los analistas y figuras de todo el arco político, es siempre una buena noticia. Y si bien en el mundo político se manejaba desde hacía varias semanas la información de que el Presidente y su pareja serían padres, en La Moneda prepararon un cuidado plan comunicacional para informarlo.
Un acierto, dicen en el oficialismo, fue hacerlo en una semana en el que el caso Monsalve comenzaba a bajar la presión sobre el gobierno, de manera de que no fuera visto como una salida política para esa situación, pero al mismo tiempo, reconocen, permitió sacar el foco de noticias negativas del interior de La Moneda.
Y es que la denuncia por violación en contra del exsubsecretario del Interior ha sido el caso más complejo que ha debido enfrentar esta administración -junto al caso convenios-, llevando la aprobación presidencial a sus niveles más bajos.
En la última semana, sin embargo, y tras el anuncio del Presidente de que será padre, la aprobación del Presidente volvió a los niveles previos a que estallara el caso, lo que le dio oxígeno a La Moneda.
Así lo mostró, por ejemplo, la encuesta Cadem de esta semana, donde la aprobación subió tres punto porcentuales llegando a un 32%.
Para el analista y gerente general de Panel Ciudadano, Juan Pablo Lavín, el Presidente tuvo una recuperación en su electorado base impulsado en parte por el anuncio de que será padre pero también porque el caso Monsalve perdió fuerza en los últimos días.
“Este tipo de noticias suelen ser bien recibidas por la opinión pública, ya que proyectan una imagen más cercana y personal del Mandatario, lo que podría contribuir positivamente a su aprobación. Sin embargo, el reciente aumento reflejado en algunas encuestas parece estar más relacionado con una recuperación hacia su nivel base, tras el descenso ocasionado por el caso Monsalve”, explica Lavín a El Líbero.
Primarias presidenciales
Otro factor relevante es que si el hijo del Presidente nace en junio -como informó en su publicación-, podría toparse con la fecha de las primarias presidenciales programadas para el 29 de ese mes. Esto podría volver a subir la popularidad del Mandatario, quien también tendrá que evaluar si tomar o no algunos días de posnatal.
En el oficialismo temen que una primaria tensione los ánimos entre los partidos de gobierno, especialmente por las diferencias que existen entre Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático.
Este escenario podría complicarse aún más si el Presidente y líder de la coalición se ausenta unos días.
El protagonismo de Jara y la presión del PC por mantenerse en el comité político
En el plano político, el denominado baby boom en el oficialismo ha obligado al gobierno a mover sus piezas internas, pese a la resistencia del Presidente de realizar una cambio de gabinete.
De hecho, en las próximas semanas la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, quien es una de las figuras más cercanas al Presidente, iniciará su período de prenatal.
Con esto el Presidente no sólo perderá a una de sus ministras más importantes, sino que la situación ha abierto una verdadera negociación interna para mantener los equilibrios en La Moneda.
Esto porque en el Partido Comunista no están dispuestos a perder su posición al interior del comité político en la recta final del gobierno. La situación ha llevado a que en el ajuste de piezas la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, corra con ventaja para asumir también la labor de vocera.
Esto llevará a la ministra a tener un protagonismo inusitado en la recta final del gobierno, donde tendrá la tarea de sacar adelante la reforma de pensiones, además de ser la portavoz de La Moneda.
Jara es vista en el partido como una posible carta presidencial, especialmente luego de que no saliera del gabinete en la fecha establecida por la ley para poder ser candidata al Congreso.
En sectores del oficialismo temen que el rol de Jara entregue un papel más protagónico al PC, lo que podría intervenir o contaminar la agenda del gobierno. El partido ha debido enfrentar una serie de desencuentro con el gobierno, por ejemplo, en materia de seguridad. De hecho, en la última semana, el senador Daniel Núñez llamó a “estar con los dos pies en la calle y los dos pies en La Moneda”, mientras el exalcalde Daniel Jadue dijo que “el gobierno debería retirar el proyecto de pensiones y no debe llegar a acuerdo con la derecha”.
La Cámara en manos de partidos no oficialistas
Donde también el gobierno ha debido ajustar las piezas ha sido en la Cámara de Diputados. Ahí el Ejecutivo amarró un frágil acuerdo con la DC y con el diputado ex PDG, Gaspar Rivas, para asegurarse la mesa de la Cámara, y que Cariola quedara como presidenta.
La diputada PC, sin embargo, también tendrá que poner stand by a sus funciones para cumplir con el pre y posnatal.
Esto supone un riesgo importante para La Moneda, ya que en un año clave para sacar sus reformas más importantes, la Cámara quedaría en manos de Rivas, un independiente que ha estado lejos de apoyar la agenda del gobierno.
Por eso en el oficialismo se activaron rápido para dividir esas funciones entre Rivas y el segundo vicepresidente, el diputado DC Eric Aedo.
De hecho, Aedo será quien abra las sesiones en la mañana y quien liderará las reuniones de comité con las bancadas, la instancia más política que ejerce la mesa de la Cámara y donde se definen, por ejemplo, los proyectos que se pondrán en tabla.
El oficialismo tendrá varias tareas importantes en el Congreso. De partida amarrar un nuevo y último acuerdo por la mesa de la Cámara. Si bien eso debería ocurrir a mediados de abril, en el Congreso ya adelantan que ese acuerdo podría demorarse más de lo esperado.
En materia legislativa, la Cámara de Diputados tendrá que recibir de vuelta la reforma de pensiones en tercer trámite. Se trata del proyecto más importante que tiene el gobierno y donde está a punto de cerrar un acuerdo en el Senado. En la Cámara necesitará contar sí o sí con la dirección de la mesa y tener ordenados a todos su parlamentarios si quiere alcanzar a despachar la reforma antes de que termine el período de gobierno.
Asimismo, a la Cámara también deberían retornar los proyectos económicos, entre ellos la reforma tributaria.
Original de el Líbero
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