Un reciente estudio científico global ha revelado las rutinas de ejercicio que están asociadas con una drástica reducción de las tasas de mortalidad, demostrando una vez más cómo la actividad física es clave para mantener una buena salud y prolongar la vida. Este hallazgo ofrece valiosa información práctica que puede aplicarse a la vida cotidiana.

Detalles del Estudio

Un equipo internacional de científicos de España, Australia, Canadá y Dinamarca llevó a cabo una investigación exhaustiva sobre los hábitos de ejercicio y los indicadores de salud de medio millón de estadounidenses adultos saludables. El objetivo fue identificar una rutina de ejercicio ideal que maximizara los beneficios en la reducción del riesgo de muerte prematura.

La Rutina Perfecta para la Salud

El estudio concluyó que una combinación semanal de ejercicios cardiovasculares de diversas intensidades, junto con entrenamiento de fuerza, es la receta óptima. Esta rutina incluye: 75 minutos de actividad moderada como caminar rápido, al menos 150 minutos de ejercicio vigoroso como correr o nadar, y un mínimo de dos sesiones de entrenamiento de fuerza, como levantar pesas.

Los participantes que siguieron este plan experimentaron una reducción del 50% en su riesgo de muerte por cualquier causa en comparación con los más sedentarios. Curiosamente, los hallazgos contradicen las actuales recomendaciones de la OMS, que favorecen la actividad moderada sobre la intensa.

Beneficios Específicos Según el Tipo de Enfermedad

Al desglosar los efectos de los ejercicios sobre diferentes tipos de mortalidad, los investigadores encontraron que el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares se reducía en un 70% cuando se realizaban entre 2,5 y 4 horas de ejercicio moderado semanal, más algo más de una hora de actividad vigorosa y dos sesiones de fortalecimiento muscular.

Para el cáncer, realizar más de cinco horas de actividad moderada a la semana, acompañada de ejercicios intensos y de fuerza, estaba asociado con una reducción del 56% en el riesgo.

Impacto en la Salud Mental

El estudio también resaltó la influencia de la actividad física en la salud mental. El ejercicio regular aumenta los niveles de endorfinas, reduce el estrés, mejora la calidad del sueño y combate la depresión, además de mejorar la autoestima y la función cognitiva. Actividades como correr o nadar, por ejemplo, pueden tener un efecto meditativo que favorece el bienestar mental.

Conclusiones y Recomendaciones

El estudio, publicado en la revista JAMA Internal Medicine, subraya la importancia de la actividad física para la salud general. El plan de ejercicios propuesto ofrece una guía práctica para integrar en la vida diaria y mejorar la calidad de vida y esperanza de vida.

«Mejorar la actividad física aeróbica vigorosa, mientras se mantiene la actividad moderada y las sesiones de fortalecimiento muscular, puede disminuir aún más el riesgo de mortalidad», concluyeron los investigadores.

Antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios, es recomendable consultar con un médico para asegurarse de que el plan elegido sea adecuado según el estado de salud y nivel físico actual.

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