El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, viajó a Alemania para asistir a la Conferencia de Seguridad de Múnich con el objetivo de reafirmar la agenda internacional del presidente Donald Trump y avanzar en una hoja de ruta que permita poner fin a la guerra entre Ucrania y Rusia.

Rubio permanecerá dos días en Múnich y luego se trasladará a Tel Aviv, donde sostendrá reuniones clave con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el canciller Gideon Saar. El viaje ocurre en un momento tenso, justo cuando vence el ultimátum de Trump a Hamas para liberar a los rehenes israelíes retenidos en Gaza.

Netanyahu ya advirtió que si no hay liberación de los secuestrados antes del sábado al mediodía (hora del este), la tregua con Hamas llegará a su fin y se retomarán las hostilidades.

Rubio no está solo en Múnich. Lo acompañan el vicepresidente J.D. Vance y el general Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania y Rusia. Se espera que sus intervenciones generen alta expectación entre los asistentes, que incluyen líderes mundiales, ministros de defensa y expertos en seguridad internacional.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, también participará en la conferencia. Aunque no ha renunciado a la idea de que Ucrania se integre a la OTAN ni al apoyo militar estadounidense, ha señalado estar dispuesto a explorar vías de diálogo. “Estamos listos para cualquier formato de conversaciones”, dijo recientemente a un medio británico.

Rubio busca capitalizar la apertura mostrada por Zelensky, en medio de señales desde el Kremlin que apuntan a una posible disposición a negociar. Según Rubio, Trump está comprometido con lograr un acuerdo. “El presidente ha sido claro: esta guerra debe terminar. Vamos a trazar un camino amplio para lograrlo”, afirmó el secretario de Estado.

La visita ocurre poco después de que se confirmara la liberación del ciudadano estadounidense Marc Fogel, prisionero en Rusia desde 2021. Su excarcelación fue gestionada por Steve Witkoff, enviado de Trump para Medio Oriente, como gesto de buena fe del Kremlin.

“El presidente Trump, Steve Witkoff y sus asesores negociaron un intercambio como muestra de buena fe por parte de los rusos y un paso en la dirección correcta para poner fin a la brutal guerra en Ucrania”, afirmó Mike Waltz, asesor de seguridad nacional.

La misión de Rubio podría acelerar una eventual mesa de negociación directa entre Zelensky y Vladimir Putin, mientras Trump insiste en que su objetivo es detener el conflicto cuanto antes. “Esta guerra DEBE y VA A TERMINAR PRONTO”, escribió el mandatario en su red Truth Social.

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