Cuando el coreógrafo Wade Robson se dirigía al estreno de Leaving Neverland en el Festival de Cine de Sundance hace seis años, dejó una nota para su esposa e hijo: “En caso de que algo sucediera y no pudiera regresar”. Su temor no era infundado. La noche anterior, el cine había recibido amenazas de bomba por parte de seguidores de Michael Jackson, indignados por la proyección del documental.

El filme, dirigido por Dan Reed, expuso los testimonios de Robson, entonces de 42 años, y James Safechuck, de 47, quienes relataron en detalle los abusos que, según ellos, sufrieron por parte de Jackson durante su infancia. Robson aseguró que el cantante comenzó a abusar de él cuando tenía apenas siete años.

Desde su estreno, Leaving Neverland desató una ola de reacciones extremas. Los denunciantes fueron objeto de acoso por parte de los seguidores del artista, quienes, una década después de su muerte a los 50 años, continúan protegiendo su legado. Con más de 500 millones de discos vendidos y musicales en Broadway y el West End, Jackson sigue siendo una figura central en la cultura pop, lo que reaviva el debate sobre su legado frente a las acusaciones en su contra.

Seis años después, el director Dan Reed está a días de lanzar su continuación. Se llama Leaving Neverland 2: Surviving Michael Jackson y sigue a los denunciantes enfrentando las repercusiones que provocó la primera entrega en 2019 y sus actuales intentos por conseguir que se haga justicia.

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