Un nuevo escenario macroeconómico y fiscal entregó el Ministerio de Hacienda ante las Comisiones de Hacienda de la Cámara y del Senado. En lo central, mantuvo la proyección de crecimiento en 2,5%, Y la razón la entregó el ministro Mario Marcel: “El escenario macroeconómico que aquí se presenta es aún de continuidad, con ajustes en el margen. No incorpora una estimación del eventual impacto de las medidas adoptadas por Estados Unidos y la evolución de la guerra comercial, lo que se reserva para un análisis de sensibilidad y actualización posterior”.
En ese sentido, el ministro afirmó que “la situación externa es aún muy fluida, con medidas en direcciones opuestas que se suceden casi a diario. Hace sólo 24 horas que el FMI publicó nuevas proyecciones para la economía mundial, que el propio organismo advierte que están sujetas a mucha incertidumbre”.
En cuanto a las variables fiscales, ajustó a la baja los ingresos fiscales efectivos en -4,4%, y los estructurales en -4,8% en relación a lo proyectado en el tercer trimestre del año pasado cuando se presentó la Ley de Presupuestos.
Dado este escenario de menores ingresos, se informó que habrá un cambio en la meta de balance estructural y ahora en lugar de cerrar este año con un balance fiscal estructural de -1,1% como lo señalaba el decreto ingresado en enero del 2024 será de -1,6% y de -1,1% el 2026.
De acuerdo a la explicación que entregó la Dirección de Presupuestos se debe a que “el detrimento del déficit estructural 2025 una vez publicada las Cuentas Nacionales 2024 de -0,42% del PIB estimado, se debe a ajustes cíclicos determinados por la metodología, que provocan un movimiento de la situación estructural en la misma cuantía, aun cuando no hay existe un aumento en la proyección de ingresos efectivos para el año”.
Sobre el gasto público, la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, explica que “en la presente administración el gasto público se ha mantenido constante (% PIB), lo que ha implicado un significativo esfuerzo en materia de reasignaciones y dividendos de eficiencia del gasto público a la hora de elaborar el presupuesto, toda vez que se han financiado prestaciones relevantes como la Pensión Garantizada Universal, el aumento de un 20% del monto de la Asignación Familiar y Subsidio Único Familiar y la automatización de este último, entre otros”.
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