Hace un largo tiempo que Evelyn Matthei lidera las encuestas de evaluación de personajes políticos. La última vez que alguien distinto de la exalcaldesa se posicionó en lo alto de la encuesta nacional de opinión pública del CEP fue en 2021 -la exsubsecretaria de salud Paula Daza ocupó la primera posición en agosto de ese año, gracias al protagonismo público que tuvo durante la pandemia-. En las siguientes seis encuestas de ese centro de estudios, desde abril de 2022, cuando apareció en lo alto por primera vez, hasta la penúltima en septiembre pasado, la candidata de Chile Vamos ocupó sin falta el primer lugar (el que cedió, apenas por un punto, a Tomás Vodanovic, en el último estudio conocido ayer). Se trata de una notable seguidilla, que la tiene también primera entre las preferencias para convertirse en la segunda mujer en gobernar el país después de que lo hiciera Michelle Bachelet, en dos ocasiones.

Por su parte, desde que en marzo Carolina Tohá se lanzara al ruedo de la carrera presidencial, su candidatura ha ido tomando vuelo hasta posicionarse como la preferida de su sector político de cara a la primaria de la izquierda. Un triunfo suyo en esa contienda se ha venido tornando más probable a medida que pasan los días y las semanas.

¿Evelyn Matthei vs. Carolina Tohá en la papeleta de la segunda vuelta en diciembre? Casi no podría imaginarse un cierre más expresivo del ciclo del octubrismo que este: dos figuras políticas de larga trayectoria, fieles representantes de los 30 años -cuando sus carreras políticas florecieron-, experimentadas en las lides del poder, y con una disposición realista -curtida en los mentideros de la política- para enfrentar el enorme desafío de conducir las riendas de un país que ya no es la taza de leche que era, cuando crecíamos a tasas elevadas y parecía que nos aproximábamos a las puertas de desarrollo. Ambas candidatas se posicionan en las antípodas de los aires refundacionales y hasta revolucionarios que respiramos los chilenos desde 2019 hasta 2022, cuando el plebiscito de septiembre cerró la puerta a esos delirios.

¿La centroderecha vs. la centroizquierda? Sería la vuelta triunfal de los históricos bloques políticos que compitieron en siete elecciones consecutivas, y dieron a luz algunos de los mejores gobiernos de que se tenga recuerdo en la historia de la República, hasta que en la elección de 2021 al calor todavía crepitante del estallido social fueron inesperadamente desplazados por los extremos de sus respectivos sectores políticos. Sería un regreso a contracorriente de la tendencia centrípeta que impera ahora en el mundo, donde los centros políticos de izquierda y derecha implosionan creando un vacío que los extremos del espectro político ocupan sin mayor dilación.

En el clima polarizado que prevalece actualmente por doquier, Matthei y Tohá serían más bien candidatas improbables. Y, sin embargo, se sitúan hasta aquí en posiciones expectantes de la carrera presidencial. Pero la paradoja es la siguiente: que la feliz ganadora de la primaria del progresismo quedara a la vera del camino en la primera vuelta, superada por José Antonio Kast, si es que el candidato del partido Republicano alcanzara una de las dos mayorías junto a la candidata de Chile Vamos. En lo que sería un terremoto político de primera magnitud y un resultado que, por lo demás, aseguraría la elección de Matthei para la presidencia de la República.

Tal parece que la disputa de Tohá para pasar al balotaje no sería con Evelyn Matthei, sino que con un viejo conocido en esas lides, el incombustible José Antonio Kast, que podría formar parte de una, hasta ahora, inimaginable pero no imposible final de derechas en diciembre próximo.

Por Claudio Hohmann, ingeniero civil y exministro de Transportes y Telecomunicaciones, para El Líbero

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