En un episodio del programa de Pedro Engel (TV+), la modelo y escritora Kenita Larraín desentrañó, desde la numerología tántrica, los símbolos detrás del nombre León XIV y su vinculación con un supuesto destino de cambio global. ¿Coincidencia o diseño cósmico? Un repaso a sus polémicas interpretaciones.

1. El número 14: ¿sincronicidad o cálculo divino?

Larraín inició su análisis destacando que el año personal de Robert Prevost (2024) suma 14 al combinar el año vigente (2+0+2+4=8) con su fecha de nacimiento (día y mes no revelados, pero que también darían 6). *«8 + 6 = 14. Y él elige llamarse León XIV. ¿Crees en las coincidencias? No las hay»*, afirmó. Para ella, este número no es casual: refleja su «día del alma», un concepto numerológico que alinearía su identidad con su misión papal.

2. El 5: cambio y maestría comunicativa

Al reducir 14 (1+4=5), Larraín señaló que el pontificado de León XIV estará marcado por la transformación:

  • «El 5 simboliza cambio, libertad y adaptación. Viene a romper estructuras».

  • Además, destacó que el 5 aparece en su fecha de nacimiento (sin especificar), configurándolo como un «número maestro»: «Es un comunicador nato. Llevará un mensaje potente de transformación profunda para la humanidad y el planeta».

3. ¿Predicción o proyección? Claves detrás del simbolismo

La modelo vinculó su lectura con expectativas concretas:

  • Fin de la continuidad: «Quienes pensaron que todo seguiría igual, se equivocan».

  • Agenda ecológica y social: Implícitamente, asoció el «5» a reformas en sintonía con discursos progresistas (ej. ecología integral, diálogo interreligioso), aunque sin citar declaraciones reales del Papa.

  • Crítica velada a Francisco: Al enfatizar «cambio», Larraín sugiere que León XIV superaría el legado de su antecesor, pese a que Prevost ha reiterado continuidad en doctrina.

Lectura crítica: ¿mito o herramienta política?

El análisis de Larraín, aunque esotérico, refleja un fenómeno amplio: la politización de lo simbólico en líderes globales.

  • Fortalezas narrativas: El número 5, vinculado a «transformación», podría usarse para validar futuras decisiones de León XIV, incluso si son predecibles (ej. enfoque en migrantes, como ya ha señalado).

  • Riesgos: Si su papado es percibido como conservador, la profecía quedaría como mera pseudociencia, dañando la credibilidad de estas lecturas.

  • Contexto chileno: El segmento en TV+ no es inocente: en Latinoamérica, lo místico se mezcla con política, y figuras como Larraín amplifican narrativas para audiencias específicas.

Conclusión: Entre la fe y el espectáculo
Kenita Larraín convierte lo numérico en profecía mediática, pero su ejercicio revela más sobre los deseos de ciertos sectores que sobre el rumbo real del Vaticano. Mientras el 5 se asociará a cada acto de León XIV, la pregunta es si la Iglesia, ante crisis como abusos o secularización, priorizará cambios cosméticos o estructurales. Por ahora, la numerología ofrece un relato seductor… aunque tan frágil como un número.

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