Televisión Nacional de Chile (TVN), el canal público que acumula pérdidas por $15.000 millones en 2024, enfrenta un debate existencial. Mientras el Congreso discute su futuro financiero, una propuesta drástica emerge entre sus salvavidas: transformar la señal en un canal exclusivo de noticias, inspirado en modelos europeos como France 24 o Deutsche Welle. La idea, planteada en medio de negociaciones políticas, busca redefinir su identidad para asegurar supervivencia, aunque ello implique abandonar su tradición de contenidos mixtos.

El diagnóstico de Francisco Vidal: «Inviable sin cambios»
En entrevista con Radio Cooperativa, el presidente del directorio de TVN, Francisco Vidal, fue categórico: el actual modelo de financiamiento —que combina publicidad privada y aporte estatal— es insostenible. «La estación es inviable así», afirmó, revelando que incluso el proyecto de ley para aumentar el presupuesto en $10.000 millones anuales genera divisiones.

La derecha, según Vidal, está fracturada: un sector rechaza cualquier financiamiento estatal, mientras otro apuesta por el «canal de noticias» europeo. Este último modelo, sin embargo, requeriría más recursos que los actualmente discutidos: «Implica un financiamiento bastante superior a los $10.000 millones», advirtió el exministro de Bachelet, insinuando que la propuesta podría ser una solución a medias sin respaldo fiscal real.

La tensión política: Ideología vs. supervivencia
El debate trasciende lo económico. Para Vidal, la defensa de TVN es una batalla por el pluralismo mediático: «Es fundamental tener un medio obligado por su gobernanza a ser pluralista, con presencia en regiones y mirada pública, no solo privada». Su postura choca con sectores que ven al canal como un lastre ideológico, especialmente tras años de polarización en su línea editorial.

La posible reconversión a canal de noticias no solo alteraría su programación histórica (telenovelas, entretenimiento, cultura), sino que reconfiguraría la competencia televisiva local. ¿Podría TVN competir con plataformas digitales y canales privados apostando solo a informativos? Vidal evita pronósticos, pero subraya que cualquier cambio depende de «qué apruebe el Senado» y de lograr consensos políticos hoy esquivos.

Análisis: Riesgos de un «experimento europeo» en suelo chileno
La propuesta de TVN-noticioso plantea tres interrogantes críticos:

  1. Financiamiento real: Los modelos europeos citados operan con presupuestos estatales robustos (Francia destina €130 millones anuales a France 24). Chile, en comparación, debate un aumento mínimo. Sin inyección sólida, el proyecto sería un «híbrido» fallido.

  2. Identidad pública: Al reducirse a noticias, TVN perdería su rol de «ventana cultural» —desde Festival de Viña hasta documentales—, clave en su mandato de servicio público.

  3. Presión política: Un canal estatal enfocado en información sería blanco permanente de críticas por supuesto sesgo, especialmente en un escenario de alta fragmentación como el chileno.

¿Un último intento o un adiós disfrazado?
La opción «europea» parece más una jugada desesperada que un plan estructurado. Mientras Vidal insiste en que «TVN debe seguir existiendo», la falta de acuerdos transversales y el escepticismo sobre su financiamiento sugieren que el canal podría estar ante un cambio cosmético para ganar tiempo, más que una transformación sustantiva. Su futuro, como su programación, sigue en pausa.

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