En medio de crecientes protestas contra las redadas migratorias en Los Ángeles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que está dispuesto a invocar la Ley de Insurrección para autorizar el uso de las Fuerzas Armadas en la represión de las manifestaciones.
- “Si hay una insurrección, sin duda la invocaría. Ya veremos. Pero les puedo decir que anoche fue terrible. La noche anterior también fue terrible”, sostuvo el mandatario desde el Despacho Oval.
Trump aseguró que “ciertas zonas” de la ciudad “podrían haber sido insurrecciones”, y justificó así la decisión de ordenar el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 del Cuerpo de Marines en Los Ángeles, sin contar con la autorización del gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom.
Ley de Insurrección: un poder de emergencia extremo
Promulgada en 1807, la Ley de Insurrección permite al presidente desplegar fuerzas militares dentro del país en casos de rebelión, violencia civil o para hacer cumplir la ley cuando las autoridades estatales se consideren incapaces. Aunque poco utilizada en la historia moderna, esta herramienta le otorga amplios poderes al Ejecutivo en situaciones de emergencia.
Según el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el escenario actual cumple con los requisitos de la ley: “Una invasión extranjera, una insurrección y una incapacidad de las autoridades locales para aplicar la ley. A mí me parecen las tres”, dijo ante un comité del Congreso.
- “Si tienes millones de inmigrantes ilegales de los que no sabes de dónde vienen, ondeando banderas extranjeras y agrediendo a agentes de Policía, eso es un problema”, afirmó el jefe del Pentágono.
Costo del despliegue: 134 millones de dólares
El Pentágono estimó en 134 millones de dólares el costo del despliegue militar en la ciudad. El monto cubrirá transporte, alimentación, alojamiento y logística por un periodo máximo de 60 días.
Se trata de uno de los mayores despliegues militares internos en décadas, y ha generado fuertes críticas por parte de autoridades locales y organizaciones civiles, que acusan a Trump de escalar innecesariamente la tensión social.
Quinto día de disturbios
Las manifestaciones, que comenzaron como protestas pacíficas contra las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), derivaron en violentos enfrentamientos con la Policía. Durante la noche del lunes, se registraron vehículos incendiados, saqueos y cientos de arrestos, llevando a la militarización de amplias zonas de Los Ángeles.
Pese al despliegue militar y la creciente tensión, Trump minimizó los riesgos.
- “¿Preocupado? No, está bien”, dijo al ser consultado por el impacto de la intervención de las fuerzas armadas.
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