Un 87,6% de los hogares chilenos percibe un aumento de la delincuencia en el último año, según un estudio presentado este martes por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). El informe, titulado “Mejores barrios, menor percepción de inseguridad, entornos urbanos que generan confianza”, fue dado a conocer en la Conferencia Internacional de Ciudad (CIC) 2025, que reunió a autoridades como el gobernador metropolitano Claudio Orrego, el ministro de Vivienda Carlos Montes, y la subsecretaria de Prevención del Delito Carolina Leitao.

Radiografía de la inseguridad urbana

La investigación concluye que más de 1,7 millones de hogares en ciudades de más de 100 mil habitantes se sienten “inseguros” o “muy inseguros”. Del total, el Gran Santiago concentra el 56%, seguido por el Gran Valparaíso (7%), Gran Concepción (7%) y Antofagasta (4%).

En el caso del área metropolitana de Santiago, el estudio identificó que 16 comunas del centro poniente y sur presentan percepciones significativamente más altas de inseguridad, mientras que 11 comunas tienen una percepción media y solo 7 califican como “seguras” desde la experiencia de sus residentes.

Factores urbanos como determinantes de la percepción

Uno de los hallazgos clave del estudio es la asociación entre ciertos indicadores del entorno urbano y la sensación de inseguridad. Según explicó Nicolás León, gerente de Estudios y Políticas Públicas de la CChC:

  • Las comunas con mayor percepción de inseguridad tienen 40% menos luminarias, cuatro veces más basura acumulada y diez veces menos pagos de patentes comerciales por habitante que las comunas con menor percepción de inseguridad”.

León enfatizó que, si bien las percepciones no siempre se alinean con cifras objetivas, sí inciden profundamente en el uso del espacio público, lo que puede abrir paso a la delincuencia y agravar el problema de seguridad.

Propuestas de la CChC para reducir la inseguridad

Ante estos datos, la CChC propuso una estrategia triaxial para mejorar la percepción de seguridad en las ciudades:

  1. Mejor gestión de recursos: asignar presupuestos específicos, postular a fondos regionales o nacionales y priorizar proyectos estratégicos.

  2. Reforma a la planificación e incentivos municipales: establecer reglas claras, marcos de planificación transparentes y mecanismos de evaluación efectivos.

  3. Fomento de la colaboración público-privada: facilitar convenios y marcos legales que permitan una gobernanza compartida del entorno urbano.

  • Con decisión y creatividad, se pueden crear condiciones para atraer recursos privados y mejorar el estándar urbano de los barrios”, afirmó León.

El estudio plantea que mejorar la calidad del espacio urbano es un componente crucial no solo para elevar la calidad de vida, sino también como estrategia integral de prevención del delito y recuperación del espacio público.

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