las primarias presidenciales del oficialismo concluyeron con menos de 1.400.000 votos válidamente emitidos, una cifra considerablemente inferior a la registrada en 2021, que ha dejado perplejos a varios sectores de la izquierda.
La jornada, marcada por bajas temperaturas y voto voluntario, tuvo una participación menor a la esperada y reflejó un creciente desgaste del Gobierno y una desconexión entre los partidos progresistas y su electorado.
Resultados: Jara gana, pero con bajo arrastre
La exministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), se impuso con un 60,16% de los votos (825.704), seguida por Carolina Tohá (PPD) con un 28,07% (385.311), Gonzalo Winter (FA) con 9,02% (123.806) y Jaime Mulet (FVRS) con 2,74% (37.657).
A pesar del triunfo, los expertos coinciden: la izquierda llega debilitada a noviembre. En comparación, en las primarias de 2021, Gabriel Boric obtuvo 1.058.027 votos, superando a Daniel Jadue (PC) con 692.862 sufragios.
Analistas ven un escenario cuesta arriba para Jara
Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, calificó los resultados como “una mala noticia para el oficialismo”.
“Desde el punto de vista de participación, creo que esto es un fracaso. Cualquier número inferior a la primaria de 2021 constituía un fracaso para el bloque”, afirmó.
Arellano también apuntó al desgaste del gobierno y su baja aprobación como factor determinante:
“No ha logrado ampliar su espectro electoral y eso se ve reflejado en esta primaria”.
Desde la Universidad de los Andes, Roberto Munita fue categórico:
“Sin duda, la izquierda llega herida de cara a noviembre”, sentenció.
“Jara repite la votación de Jadue, pero no consigue atraer votación de Boric ni de Tohá. Y la mochila del comunismo le va a pesar”.
Desafección con el gobierno y crisis de representación
Munita y otros expertos destacan que la caída en participación refleja una desafección con el gobierno actual y con los partidos políticos tradicionales.
“La votación de Winter fue bajísima y Tohá no logró representar el peso histórico del socialismo democrático”, indicó Munita.
Eric Latorre, analista de la Universidad Autónoma, sumó críticas a los perfiles de los candidatos:
“La campaña no logró movilizar. Fue una elección de nicho, con candidatos percibidos como opciones antiguas y fracasadas”.
Por su parte, Marcelo Mella (USACH) subrayó dos factores estructurales detrás de la baja participación:
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“Agotamiento con los partidos tradicionales, incapaces de responder a demandas clave como seguridad, vivienda y migración”.
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“Pérdida de presencia territorial de los partidos progresistas, salvo el PC”.
En esa línea, Latorre apuntó que solo el PC logró activar a su electorado:
“Jara saca más votos que Jadue en 2021. Pero el FA y el socialismo democrático fracasaron en movilización”.
Una victoria con sabor amargo
Aunque Jara ganó con claridad, los analistas advierten que parte en desventaja de cara a las elecciones presidenciales. Para Munita, la candidata comunista no sale fortalecida, pese al 60% obtenido.
“Hoy día, frente a candidaturas fuertes como las de Kast y Matthei, Jara no tiene aún un camino competitivo claro”, enfatizó.
Latorre coincide:
“Ganó por su nicho, pero no logró convocar más allá. Tiene un problema de origen: la baja participación”.
Desde la Universidad San Sebastián, José Miguel Cabezas enfatizó que la baja cantidad de votos resta relevancia política a esta primaria:
“Es la participación más baja en cualquier elección primaria. Limita el impulso político que podría haber generado esta victoria”.
“Una buena y una mala noticia” para el oficialismo
Para Marcelo Mella, los resultados deben leerse con matices.
“La buena noticia es que se coordina un liderazgo de cara a noviembre”.
“La mala noticia es que el nivel de movilización no garantiza competitividad para Jara en la presidencial”.
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