En el seminario «Volver a Crecer: propuestas económicas de los candidatos presidenciales», organizado por Deloitte y Diario Financiero, se enfrentaron por primera vez dos figuras clave de los equipos económicos de Evelyn Matthei y Jeannette Jara: Ignacio Briones y Fernando Carmona, respectivamente.
Durante una hora, ambos economistas expusieron sus posturas frente a los principales desafíos económicos del país, abordando temas como el crecimiento económico, la reforma tributaria y los modelos internacionales que inspiran sus propuestas.
Crecimiento: gradualismo versus ambición estructural
Fernando Carmona propuso una estrategia escalonada de crecimiento, iniciando con el impulso al consumo interno en el corto plazo, aprovechando que el consumo representa el 62% del PIB. A mediano plazo, planteó el fortalecimiento de la industria exportadora, y a largo plazo, una mejora estructural de la oferta productiva mediante capacitación, inversión de capital y encadenamientos productivos.
“Con suerte podríamos llegar a crecer al 4% al final del gobierno, pero eso requiere coordinación público-privada”, advirtió.
En contraste, Ignacio Briones llamó a “salir del cortoplacismo” y abogó por un plan ambicioso de largo plazo, similar al de los años 90.
“No hay bala de plata. Acá hay que hacer la pega, con experiencia, con un plan concreto y ambicioso”, afirmó. Briones destacó que, pese a la inestabilidad reciente, Chile mantiene un piso de crecimiento del 2%, lo que debe verse como punto de partida.
Impuestos: fortalecer lo existente versus rebajar la tasa corporativa
En materia tributaria, Carmona descartó una gran reforma estructural en el corto plazo. Su enfoque se centra en mejorar la recaudación reduciendo evasión y elusión, fortaleciendo el Servicio de Impuestos Internos (SII) y Aduanas.
“Lo primero es hacer funcionar bien lo que ya tenemos. No hay una reforma tributaria general en el programa”, aseguró. Aunque no descartó un impuesto al patrimonio o impuestos verdes si se logra un consenso político, con un impacto acotado de no más del 0,7% del PIB.
Por su parte, Briones introdujo el concepto de «impuestos indirectos» a la inversión, señalando que la permisología y la inseguridad actúan como frenos económicos.
“Acortar los tiempos de tramitación de permisos equivale a reducir la carga tributaria en cuatro puntos”, explicó. Además, propuso una rebaja de la tasa corporativa al 23%, compensada fiscalmente, junto con contratos de invariabilidad tributaria para dar certidumbre a la inversión nacional y extranjera.
Modelos a seguir: Escandinavia vs. Oceanía
Respecto a los modelos económicos internacionales, Carmona apuntó a los países escandinavos como referentes de desarrollo inclusivo, destacando sus transiciones desde economías de recursos naturales hacia industrias complejas, con sólidos sistemas de bienestar y consensos público-privados.
“Son países democráticos liberales con buena calidad de vida y certidumbre jurídica para las empresas”, subrayó.
Briones, en cambio, optó por Nueva Zelanda, Irlanda y Australia, países que, según él, combinan libertad económica, cohesión social y sostenibilidad.
“Chile tiene el mismo ingreso que tenía Irlanda hace 20 años. Ellos se atrevieron a reformar el Estado, nosotros también podemos”, afirmó. En el caso de Australia, resaltó su modelo minero como ejemplo a seguir para potenciar la exploración y geociencia en Chile.
El debate reflejó dos visiones económicas contrastantes: una más progresiva y gradualista representada por Carmona, y otra más estructural y liberal liderada por Briones, en lo que podría anticipar el tono de la discusión económica de cara a las presidenciales de 2025.
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