Mientras la Fiscalía avanza en su acusación contra Daniel Jadue (PC) por el caso Farmacias Populares, el oficialismo debate cómo manejar la incómoda aspiración del exalcalde de Recoleta de competir como diputado por el distrito 9°. La situación ha generado roces al interior de la coalición, con duras críticas hacia el líder comunista y advertencias sobre el costo político de respaldar a una figura judicializada.

Este martes, durante una reunión en la sede del Partido Socialista (PS), dirigentes de la alianza de gobierno y la Democracia Cristiana (DC) dejaron en claro su malestar con Jadue. Juan Carlos Urzúa, presidente del Partido Liberal, fue categórico: «No le contribuye a la candidata (Jeannette Jara). Es una anticampaña importante (…). Los comentarios identitarios, muy de nicho, no le ayudan». Y añadió: «Si llevamos candidatos en procesos judiciales, nos deja mal parados como conglomerado».

El senador Juan Luis Castro (PS) elevó el tono, calificando a Jadue como «resentido» y «non grata» en la coalición: «¿Cómo va a dictar cátedra a la candidata presidencial si tiene arresto domiciliario? Su futuro debería ser acotado, primero lo judicial».

Los incidentes que agravaron la tensión

El PC proclamó a Jadue como candidato el mismo día que a Jara (5 de abril), pero sus declaraciones han sido un dolor de cabeza para la campaña presidencial. José Toro, secretario general del PPD, recalcó: «Uno no puede pautear a la candidata ni hablar por ella. Es un mínimo de respeto».

Dos episodios encendieron las alarmas:

  1. Jadue anunció que Jara renunciaría al PC para ampliar su coalición, lo que obligó a la candidata a retroceder.

  2. La semana pasada, el exalcalde afirmó que «el pueblo puede pasarse sobre el Estado de derecho», forzando a Jara a distanciarse: «No tengo por qué hacerme cargo de sus opiniones».

La defensa del PC

Consultada por las críticas, Bárbara Figueroa, secretaria general del PC, evitó hablar de vetos: «Veremos cómo se condice la arquitectura de los distritos con los nombres propuestos. Por ahora, no hay materias sobre vetos».

Análisis clave:

  • La judicialización de Jadue lo convierte en un lastre para el oficialismo, en plena campaña.

  • El PC insiste en su autonomía, pero la presión de sus aliados podría forzar un repliegue táctico.

  • Jara busca distanciarse, pero el conflicto expone fisuras en la coalición.

Mientras la Fiscalía define su movimiento, el oficialismo juega sus cartas: ¿cederá el PC o impondrá su línea? La pulseada política y judicial recién comienza.